Sistema que permite determinar los recursos propios mínimos de una entidad aseguradora o reaseguradora en función de los riesgos asumidos y de la gestión de los mismos, estableciendo los métodos y procedimientos para el cálculo y determinación de la cuantía mínima de recursos propios necesarios en razón a la exposición de los riesgos contraídos. Se trata de un concepto unificado e implantado en la Unión Europea que persigue mejorar la medición y el control de los riesgos a los que están expuestos las aseguradoras y reaseguradoras a fin de que operen con un nivel de viabilidad adecuado.