Diccionario de seguros

seguro (insurance)

El concepto de seguro puede ser analizado desde diversos puntos de vista.  Algunos autores destacan el principio de solidaridad humana al considerar como  tal la institución que garantiza un sustitutivo al afectado por un riesgo,  mediante el reparto del daño entre un elevado número de personas amenazadas  por el mismo peligro; otros, señalan el principio de contraprestación, al  decir que el seguro es una operación en virtud de la cual, una parte (el  asegurado) se hace acreedor, mediante el pago de una remuneración (la prima),  de una prestación que habrá de satisfacerle la otra parte (el asegurador) en  caso de que se produzca un siniestro. También ha sido considerado el seguro  desde su aspecto social (asociación de masas para el apoyo de los intereses  individuales), matemático (transformación de un valor eventual en un valor  cierto), de coste (el medio más económico para satisfacer una necesidad  eventual), etc. Desde un punto de vista general, puede también entenderse como  una «actividad económica-financiera que presta el servicio de transformación  de los riesgos de diversa naturaleza a que están sometidos los patrimonios, en  un gasto periódico presupuestable, que puede ser soportado fácilmente por cada  unidad patrimonial» En la anterior definición destacan los siguientes aspectos  esenciales:

         

1. El seguro es una actividad de servicios y no una actividad industrial. En  esta última, las notas características radican en la existencia de unos bienes  (materia prima) que quedan convertidos en artículos de uso o consumo, y en el  hecho de que en dicha transformación el elemento capital (maquinaria) tiene la  máxima importancia; por el contrario, la actividad de servicios constituye una  prestación eminentemente personal que elimina en quien la recibe la necesidad  de prestar una atención especial o desarrollar una actividad particular para  conseguir determinados fines. Además, en las actividades de servicios  predomina el elemento trabajo (acción personal de las empresas que la prestan).

         

2. La actividad aseguradora tiene un marcado acento financiero y económico, no  sólo porque se percibe un precio (prima), cuya contraprestación consiste  generalmente en una masa económica (indemnización), sino también y  principalmente porque desempeña la importante tarea financiera de lograr una  redistribución de capitales al motivar que un elevado número de unidades  patrimoniales puedan ser afectadas por las pérdidas (siniestros) que se  produzcan en cualquiera de ellas.

         

3. Por otro lado, otro fin del seguro consiste en la transformación de riesgos  en pagos periódicos presupuestables. Esta idea de transformación no ha de  interpretarse en su sentido estricto, sino en su carácter amplio de cambio que  experimentan las prestaciones satisfechas por los asegurados (primas), al  poder convertirse en una considerable masa de capital con motivo de los  riesgos de diversa naturaleza a que están afectos los patrimonios personal y  financiero de los individuos.

         

Pero ha de señalarse, además, que el seguro supone también otros servicios,  tan importantes como, por ejemplo, los siguientes: ayuda para el ahorro,  particularmente mediante algunas modalidades del seguro de vida, estimulando  las inversiones familiares; asistencia técnica, especialmente en los riesgos  de naturaleza industrial (v. gr. prevención y protección contra incendios);  asistencia médica, clínica, quirúrgica o de rehabilitación funcional (p. ej.,  accidentes del trabajo), o servicio de asistencia judicial (defensa procesal,  prestación de fianzas individuales, etc.), especialmente en los riesgos de  responsabilidad civil.