Momento jurídico en que, reunidos los elementos personales, reales y formales de cada especie negocial, comienzan sus efectos obligando a las partes al cumplimiento de lo pactado. En cuanto al contrato de seguro se refiere, puede decirse que la póliza se considera perfeccionada (o formalizada) cuando se han suscrito por ambas partes sus condiciones generales y particulares, y se cumplen los trámites que normalmente consisten en la emisión de la póliza, firma de la misma y pago de las primas correspondientes.