Situación de un bien que queda progresivamente anticuado, con su consiguiente depreciación económica. La obsolescencia es atribuible a la aparición de nuevas técnicas, servicios o productos (que hacen desaparecer o merman la utilidad y eficacia de los antiguos), o al cambio en las condiciones macroeconómicas (p. ej., variaciones en la demanda por modificación en los gustos del consumidor).