Lugar público destinado a la realización de cualquier clase de transacciones de compra o venta.
Conjunto de compradores reales y potenciales de un producto o servicio que tienen una determinada necesidad y/o deseo, dinero para satisfacerlo y voluntad para hacerlo, los cuales constituyen la demanda; y vendedores que ofrecen un determinado producto para satisfacer las necesidades y/o deseos de los compradores mediante proceos de intecambio, los cuales constituyen la oferta.
En cuanto a la actividad aseguradora se refiere, el mercado puede ser clasificado del siguiente modo:
1. Por su ámbito territorial
A. Mercado rural. Aquel que se presenta en áreas no urbanas o pueblos de menos de 20.000 habitantes y pequeñas localidades. El hecho más importante de los mercados rurales consiste en la transformación de sus riesgos tradicionales. Hasta ahora, era normalmente grande este sector por el número de personas que comprendía, pero pequeño por las necesidades de seguro de tales personas, la mayoría de las cuales con medios de vida inferiores a los precisos para sentir la necesidad del seguro; en cambio, en el momento actual, van a quedar muchas menos personas en las áreas rurales, aunque casi todas ellas con ingresos suficientes para sentir la necesidad de cobertura.
B. Mercado suburbano. Aquel que se plantea en núcleos urbanos dependientes o vinculados a grandes ciudades. Constituye este el mercado del porvenir, aunque este todavía lejos de producirse en algunos países. La utilización masiva de uno o varios vehículos por familia, las mejores comunicaciones y el deseo de vida más independiente en casas aisladas han de producir la creación de amplios centros suburbanos fuera de las grandes ciudades, en los que se ha de crear un importante mercado de seguros.
C. Mercado urbano. Es aquel que existe en las zonas densamente pobladas. En el momento actual, la tendencia clara es el crecimiento de este mercado, por la gran emigración del campo a la ciudad y aparición de los mercados metropolitanos. Debe señalarse, no obstante, que esa tendencia no es constante y que, al llegarse a un cierto grado y nivel de vida coordinado con la moderna tecnología, aparece el fenómeno contrario.
2. Por los aseguradores que operan.
En este sentido se puede hablar de:
A. Compañías anónimas y mutualidades. Es bastante frecuente considerar esta clasificación como la más importante del mercado de seguros, aunque en muy pocos países las diferencias entre compañías y mutuas son sustanciales y puede decirse que están ambas entrelazadas en el mercado, sin que su consideración jurídica distinta cree barreras importantes entre ellas.
B. Aseguradores nacionales, regionales y locales. Esta norma de clasificación es más diferenciadora que la anterior. Normalmente las compañías anónimas, salvo las pequeñas especializadas en ramos como los de enfermedad o entierro, p. ej., operan nacionalmente; en cambio, las mutuas actúan normalmente en ámbitos puramente locales y regionales, aunque haya algunas de ámbito nacional, cuya actuación técnica, administrativa y comercial poco se diferencie de las compañías.
C. Aseguradores especializados o compuestos. En algunos países tiene bastante importancia esta diferenciación, que surge en parte de la especialización básica que suele estar exigida por la legislación sobre seguros de vida y seguros diversos.
3. Por las características de los riesgos
A. Mercado agrícola. Aunque, en cierto sentido, puede confundirse con el «rural», el agrícola es aquel que está adquiriendo o adquirirá su máximo desarrollo en los sectores del campo sometidos a un alto proceso de concentración e industrialización, tales como grandes explotaciones agrícolas especializadas, esencialmente en zonas de riego, agrupadas en cooperativas para la obtención y comercialización de sus productos.
B. Mercado comercial. Es el que está referido a los seguros de pequeñas empresas. Este mercado tendrá un desarrollo importante y en él se aplicaran fórmulas de seguros combinados.
C. Mercado industrial. Aquel que se refiere a los seguros contratados por las grandes empresas industriales. En los países sometidos a un importante proceso de capitalización industrial habrá un rápido aumento de todos los seguros de esta naturaleza. Esto ha de motivar el desarrollo de algunas coberturas como la de responsabilidad civil derivada de productos, al igual que otros seguros complementarios, como el de pérdida de beneficios, rotura de maquinaria, etc.
D. Mercado de riesgos personales. Aquel que está referido a las personas que contratan seguros que les interesan individualmente, como cabezas de familia. Este es el gran mercado del porvenir, que ha de crecer de modo permanente y rápido durante muchos años y que se ha de beneficiar de la movilización y especialmente de la automoción.