En sentido amplio, son los derivados de la acción indemnizatoria de una entidad aseguradora. En sentido estricto, los que, sin ser exactamente indemnizaciones derivadas de siniestro (a los propios asegurados o a terceros), son consecuencia de las actuaciones derivadas de la liquidación de expedientes, tales como honorarios profesionales, peritaciones, gastos judiciales, etc.