En materia de gerencia de riesgos, se consideran aquellos sucesos que encajan dentro de las expectativas normales, sostenidos por los suficientes datos que permitan un análisis estadístico para establecer probabilidades previas atendiendo a un modelo predictivo consistente y una comprensión de lo que puede considerarse “la norma”.
Ocurren con una frecuencia esperada, golpean con un impacto soportable, mantienen ocupados a nuestros científicos de datos y son inherentemente prevenibles al poder disponer de técnicas de modelado estadístico para afrontarlos.
Véase Cisne gris y Cisne blanco