Propiedad de algunos cuerpos que puede originar de modo espontáneo la combustión de los mismos. Suele producirse en determinadas sustancias almacenadas (como, p. ej., el yute) y es debida a la acción oxidante de ciertos microorganismos. Esta oxidación lenta, que produce mermas importantes en la sustancia de que se trate, puede hacer subir la temperatura hasta el grado de ignición, provocándose entonces la inflamación. La autocombustión es un riesgo normalmente excluido en los seguros de incendios y de transporte de mercancías.