Wellness y Prevención
Cómo nos afectan los periodos de estrés y el rol de la prevención
Queremos focalizar todos los esfuerzos en el trabajo a desarrollar, y dirigir la energía a la tarea en sí, lo que nos hace dejar en un segundo plano hábitos de conducta saludables y que constituyen la estructura base para acometer cualquier actividad con éxito. Esta focalización tiene un impacto en el estado físico y mental.
Patrones saludables como una correcta alimentación, mantener cierta actividad física, un adecuado descanso y dedicar algo de tiempo a otras actividades ajenas al proyecto en si (ocio, hobbies, etc…) quedan afectados, y si no hemos trabajado estos hábitos con antelación, el esfuerzo para mantenernos es mucho mayor.
La variación sobre nuestro patrón de comportamiento habitual es personal, y depende mucho de la auto percepción, pero existen claras desviaciones generales. Para tener datos reales de los cambios experimentados en estas situaciones donde nos pedimos estar al máximo, recogí información de emprendedores y estudiantes de postgrado, que sirven de ejemplo a cómo percibimos estos cambios.
Pero el concepto de Prevención va mucho más allá que crear una empresa en el concepto tradicional o desarrollar un proyecto especial. Las ocasiones en las cuales nos pedimos estar al 100% nos afectan a todos, de ahí que estas situaciones nos incluyen a todos en mayor o menor medida, y en cualquier circunstancia de la vida cotidiana.
En mi estudio, se pone de manifiesto que la falta de ejercicio físico, menos horas de sueño y de peor calidad, y cambios en la alimentación son áreas afectadas antes, durante y después de la actividad.
Casi el 70% del colectivo estudiado reconoció tener una alimentación deficiente (exceso, defecto, o desequilibrada), un abuso de bebidas estimulantes, falta de ejercicio físico, alteración del patrón de sueño, y una vuelta a la normalidad con dificultad.
Y la realidad es que cuando somos conscientes de no estar al 100%, buscamos soluciones inmediatas y sin saber la razón, olvidamos que hay trabajar a priori en nuestro bienestar.
Al final los hábitos son músculos que desarrollamos (con constancia y rigor) y cuantos más avances se producen en el conocimiento de la bioquímica de nuestro organismo, más evidente resulta la influencia de una correcta alimentación (incluyendo el uso de plantas medicinales) en la salud. Tenemos que tener en cuenta que la interacción con nuestro organismo es de una manera mucho más moderada, y en determinadas ocasiones necesitan más tiempo para producir su efecto beneficioso, lo que conlleva por contrapartida ser conscientes y previsores.
Es aquí donde la importancia de la prevención es más evidente. Si nos enfrentamos con buenos hábitos de base en nutrición, deporte, sueño, y actividades que nos permitan un balanceo y autocontrol de manera fácil, estamos en una situación privilegiada.
Pero ¿qué podemos hacer para liderar estratégicamente nuestro bienestar en momentos donde nos pedimos estar a pleno rendimiento, pero de una manera natural?
En mi estudio solo el 18% de los encuestados recurre al uso de plantas medicinales y consideran que la nutrición es un aliado en nuestro bienestar, principalmente por falta de información validada y la búsqueda de resultados inmediatos.
Esta foto de la realidad, aun se magnifica en estos días. El paso a la acción esta en nuestras manos.
Como nota aparte, y sigo investigando en esto, no existe una dieta para combatir la COVID 19, pero no debilitemos nuestro organismo con una nutrición inadecuada.
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