El potencial de la realidad virtual en el sector salud
El gran impacto de la innovación tecnológica en la sanidad
La sanidad, sin duda, es uno de los aspectos en los que la brecha tecnológica tiene un impacto más grave e inhumano. Son precisamente las personas y países que tienen menos oportunidades los que pueden aprovecharla más y, sin embargo, quienes tienen más difícil acceso a ella. Pero cada vez más innovadores sociales empeñan sus esfuerzos en llevar soluciones tecnológicas sanitarias a cada persona en cada rincón del mundo. De hecho, una breve búsqueda en Internet os mostrará que los ejemplos de cómo apps o soluciones móviles están revolucionando el acceso a la sanidad se han multiplicado en los últimos años. La tecnología permite reducir el coste de la atención médica y transformar la manera en que se ofrece. Una de las tecnologías digitales aplicadas a innovación social en el sector salud con más éxito es sin duda la realidad virtual. Si bien los usos más conocidos se centran en la industria de los videojuegos, esta tecnología está ya siendo adaptada a múltiples otras industrias y se está pudiendo ofrecer a una fracción del coste original.
En el sector salud, quizá el uso más conocido de la Realidad Virtual es la formación de personal sanitario. Precisamente la ausencia de médicos formados y, sobre todo, las dificultades en actualizar los conocimientos de estos médicos, constituyen limitaciones fundamentales de muchos sistemas sanitarios. La realidad virtual permite ofrecer una formación continua a profesionales sanitarios, fundamentalmente cirujanos, de forma más barata y descentralizada. Esto implica que un cirujano en un rincón remoto del mundo y que tiene difícil acceso a facultades de medicina puede mantenerse actualizado en su campo recibiendo clases desde Harvard o desde Londres.
La realidad virtual tiene muchos usos también en el ámbito terapéutico. Hay experiencias muy exitosas de uso en pacientes que pasan por procesos dolorosos como pueden ser quemados que, gracias a las experiencias virtuales, mejoran su resistencia al dolor durante los tratamientos. También hace años que se emplea en el tratamiento de pacientes con Síndrome de Estrés Postraumático y se investiga su uso en pacientes de Alzheimer o dolor de miembro fantasma tras amputaciones. Pero en nuestra salud, el ánimo y la actitud también juegan un papel importante. ¿Por qué no utilizar la tecnología para mejorarlas? Esto es lo que hacen por ejemplo en el proyecto de innovación social Voluntechies. Este grupo de jóvenes acerca las nuevas tecnologías, como realidad virtual, a las personas que más lo necesitan para que se olviden por un momento de la realidad que viven. Ejemplo de ello, son los talleres que realizan con niños hospitalizados en los que engañan a los sentidos para que los niños/as se alejen por un momento del hospital con experiencias que les permitan conocer las siete maravillas del mundo, pintar en el espacio, conducir un deportivo o navegar por el océano.
A medida que la infraestructura sobre la que se basa la Realidad Virtual se hace más eficiente veremos más soluciones en este campo. Pero para que la Realidad Virtual sirva para reducir la brecha tecnológica de acceso a sanidad en lugar de aumentarla, será necesario seguir contando con personas comprometidas que se esfuercen en diseñar esquemas que la hagan accesible para todos.
Sobre la autora:
Concepción Galdón es Directora y Lead Académico de Innovación Social en IE. Concepción se enfoca en el uso de la tecnología en el emprendimiento social, así como en promover la creación de contenido académico de Innovación Social en escuelas y distintos programas.