Alianzas con innovadores sociales: una estrategia de impacto
Iniciativas que posibilitan que las grandes empresa aumenten su valor social
Si algo hemos aprendido durante la pandemia mundial que nos ha tocado vivir es que los grandes retos sólo se superan colaborando. El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 17: Alianzas, se vuelve más relevante que nunca. Además, contamos con una herramienta potentísima que ha demostrado en incontables ocasiones su capacidad para resolver algunos de los más graves problemas que ha enfrentado la humanidad: La Innovación Social. Una innovación social es “una solución nueva a un problema social que es más efectiva, eficiente, sostenible o justa que las soluciones existentes y que genera valor para la sociedad en general (West y Farr, 1990)”. Los innovadores sociales enfrentan grandes retos desde iniciativas que, pese a nacer pequeñas, tienen la enorme ambición de hacer un mundo mejor. En su camino, los innovadores sociales se convierten en catalizadores de transformación social, estableciendo alianzas con muchos otros actores de la sociedad. Estos actores, más grandes en tamaño que las organizaciones de los innovadores sociales, se benefician también ampliamente de estas alianzas.
Las grandes corporaciones comprometidas con un propósito social y medioambiental tienen un importantísimo papel que jugar en las alianzas con innovadores sociales. Las corporaciones son conscientes del valor cada vez mayor que las estrategias de no mercado tienen en su relación con clientes y otros grupos de interés. Los innovadores sociales pueden ayudar a las corporaciones a encontrar maneras novedosas y de más valor social de impactar en el mundo. Hay multitud de ejemplos de colaboraciones de impacto entre innovadores sociales y grandes corporaciones. Un ejemplo paradigmático es la alianza en Grameen y Danone para luchar contra la desnutrición diseñando y distribuyendo conjuntamente nuevos productos alimenticios especialmente desarrollados para niños en riesgo.
Los innovadores sociales premiados de la Red Innova en torno a los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social también están impulsando el impacto mediante la colaboración con grandes empresas. En América Latina, Burn to Give y Psyalive están ayudando a las empresas que desean cuidar especialmente de sus empleados en esta situación tan compleja de confinamiento y teletrabajo. Según nos comentan, han notado un aumento de la importancia que las empresas dan a los cuidados de sus empleados, a su bienestar. Burn to Give, en Chile, que incentiva el ejercicio físico haciendo donaciones a causas sociales a cambio de las calorías gastadas, está ampliando su proyecto para enfocarse no sólo en el ejercicio sino en el bienestar general de las personas. Gracias a BurntoGive, por cada acción que los empleados lleven a cabo para cuidarse, sus empleadores harán donaciones a causas sociales. También Psyalive, en Brasil, ha notado ese mayor compromiso de las empresas con sus empleados. Gracias a Psyalive todos pueden acceder a un apoyo psicológico tan necesario en estos tiempos que están siendo traumáticos para millones de personas: “Sabemos que las personas pueden estar viviendo momentos de estrés o ansiedad, para ello hemos creado un test de ansiedad y depresión, el cual se realiza online. Para quienes tengan un nivel bajo serán alimentados con contenido e información para poder controlarlo y estos niveles no aumentan. Por el otro lado quienes tengan nivel medio o alto podrán optar a una terapia psicológica online gratuita, con un profesional”.
También las administraciones públicas son un entorno natural de relación para los innovadores sociales, que movilizan recursos privados para resolver problemas públicos. Por ejemplo, en Argentina, Fundación DondeQuieroEstar ha movido todo su apoyo habitual a pacientes oncológicos a online para no dejarles desatendidos pero, además, indica Vicky Viel que sus “voluntarios están levantando fondos para habilitación del hospital una zona de COVID en Piñamar. Dinero, respiradores, batas, mantas, gorros…” También hay proyectos centrados en la prevención y protección de las personas mayores, especialmente vulnerables frente al virus. Es el caso de Millas para el Retiro, en México, que han apoyado la iniciativa #QuédateEnCasa ayudando a los mayores a comprender la importancia frente al virus. Ellos que normalmente trabajan ayudando a los mayores a tener un mejor retiro, explican la situación usando el retiro como metáfora. Trasladan a los mayores la “enorme similitud en el contexto de la situación, ya que la meta es la misma, llegar con calidad de vida a tu vejez. Hemos comenzado a organizar, lives in en redes sociales, hablando de problemáticas actuales, con el objetivo de darle contenido al usuario que identifique su situación actual, y así poder apoyarlo”. ClippMaas, en Ecuador, también trabaja paralelamente la respuesta a la crisis y la reconstrucción, apoyando a pequeños negocios “en la sección de COVID19 de nuestra app se crea una plataforma colaborativa de información relacionada a los casos en Ecuador, permite conocer los datos de una manera interactiva por ciudad así como llevar gráficas estadísticas y de control de la misma”. Todos estos proyectos tienen evidentes sinergias con los objetivos de las administraciones públicas en materia de prevención, sensibilización y recursos sanitarios. Si tuvieran la oportunidad de vincularse con ellas en el terreno podrían ampliar el impacto que tienen. Desafortunadamente, en ocasiones las administraciones públicas son reticentes a la colaboración con actores pequeños pero superar dichas reticencias permitiría desbloquear enormes oportunidades.
En conclusión, las alianzas de los innovadores sociales con otras organizaciones, en ocasiones mucho más grandes que las suyas propias, ya sean del ámbito del sector privado o del sector público, son una herramienta poderosa para impulsar objetivos conjuntos y generar valor para todos los implicados y para la sociedad.