Consejos para la instalación de la silla de coche
También conviene recordar que no todas las sillitas infantiles se pueden instalar en todos los asientos de todos los vehículos. Incluso el asiento más seguro, incorrectamente instalado, puede resultar peligroso.
Generalmente las sillitas cuentan con indicadores de colores para señalar por dónde debe pasar el cinturón de seguridad del vehículo o sonoros que ayudan a instalarlas correctamente en el vehículo. Los principales consejos a la hora de usarlas son:
Utilizar siempre asientos en buen estado que dispongan de todas sus piezas y de su manual de instrucciones.
No utilizar asientos que se hayan visto implicados en un accidente importante excepto si ha sido un accidente menor y sea posible comprobar que el asiento no haya sufrido daños.
En ocasiones, los daños pueden no ser visibles, con lo que el consejo más seguro es cambiar de asiento: se debe comprobar si el seguro del automóvil puede hacerse cargo de dicha sustitución. Algunos fabricantes de asientos infantiles ofrecen revisiones gratuitas de asientos involucrados en accidentes
No usar asientos infantiles muy antiguos o que hayan estado expuestos durante mucho tiempo al sol.
Los asientos infantiles suelen estar construidos con plásticos que, con el tiempo o expuestos a la luz solar, pueden perder sus propiedades y volverse quebradizos.
Algunos fabricantes de asientos infantiles desaconsejan utilizar asientos con más de 4 o 6 años de uso o antigüedad.
Utilizar siempre un asiento homologado y adecuado para el peso y la estatura de tu niño.
Cuando la cabeza del niño sobrepase la altura máxima del asiento infantil, será necesario cambiarlo por uno de mayor tamaño, o de un grupo superior.
La plaza del vehículo normalmente más segura por estar más alejada de cualquier zona de impacto en caso de accidente es el asiento trasero central.
Recordamos que la normativa obliga a que todos los niños menores de 135 cm viajen en los asientos traseros del vehículo. Sólo hay tres excepciones por las que pueden ir delante:
- Que el automóvil no cuente con asientos traseros.
- Que los asientos traseros estén ocupados por otros niños con sistema de retención infantil.
- Que no se puedan instalar sistemas de retención infantil en los asientos traseros.
Recordamos que cuando por estos motivos un niño vaya en el asiento del copiloto utilizando un asiendo mirando hacia atrás, habrá que desconectar el airbag. Si no se puede desconectar, el niño no podrá viajar en este asiento por su mayor seguridad.
Si la plaza trasera central dispone únicamente de cinturón de dos puntos y se va a usar un asiento o cojín elevador, este debe situarse en una de las plazas laterales con cinturones de tres puntos.
Igualmente, si la silla cuenta con este tipo de anclajes, se recomienda poner la sillita en aquel asiento trasero que cuente con anclajes ISOFIX, ya que habrá menos posibilidades de error en su instalación.
Sujetar firmemente la sillita al vehículo.
Si el vehículo dispone de sistema ISOFIX, esta tarea puede resultar más sencilla. Para comprobar que el asiento infantil está bien sujeto al vehículo (con el cinturón de seguridad o con el sistema ISOFIX), se debe intentar mover con fuerza la sillita, comprobando que no se mueva ni hacia los lados ni hacia delante más de 2 ó 3 centímetros en cada dirección.
Cuando la inclinación de una silla para bebés sea regulable, se recomienda que el respaldo forme un ángulo con la línea vertical de entre 30 y 45º.
Es importante que la sillita del bebé no esté ni muy vertical (la cabeza podría vencerse hacia delante presionándole la tráquea), ni demasiado tumbada (en caso de choque frontal, el bebé tendería a deslizarse hacia delante).
Los bebés más pequeños o recién nacidos deben viajar más tumbados mientras que, a medida que crecen, pueden ir haciéndolo más erguidos. Se debe consultar el manual de instrucciones del asiento infantil para averiguar la inclinación correcta, y siempre ha de observarse el ángulo de instalación indicado por el fabricante de la sillita. Nunca puede forzarse la instalación para conseguir una determinada inclinación.
Las cintas superiores del arnés infantil normalmente pueden regularse en altura de modo que estas salgan a la misma altura aproximadamente que los hombros del niño.
Debe realizarse este ajuste antes de instalar el asiento en el vehículo.
Si el niño viaja mirando hacia atrás, las cintas deben salir a la altura, o ligeramente por debajo, de los hombros del niño; si lo hace mirando hacia delante, deben situarse a la altura o ligeramente por encima de sus hombros.
Si el arnés del asiento infantil dispone de revestimientos acolchados situados sobre sus cintas superiores, deben colocarse correctamente sobre las clavículas y la parte superior del pecho del niño y evitar que queden retorcidos.
Los revestimientos no solo aportan comodidad al niño, sino que ayudan a amortiguar los eventuales impactos frontales.
Ajustar siempre los cinturones del niño al principio de cada viaje.
Debe evitarse que viaje con el abrigo puesto o con ropa muy voluminosa: el cinturón o arnés del niño debe quedar sin holguras, de modo que se pueda pasar, como máximo, uno o dos dedos entre el cinturón del niño y su cuerpo.
Otra pista: si se puede “pellizcar” la cinta, el cinturón no está suficientemente ajustado y puede ser peligroso. El arnés debe quedar lo más ajustado que sea posible, sin que resulte incómodo para el niño.
Cuando se conduzca con sillas infantiles desocupadas asegurarnos de que están sujetas al vehículo por medio del cinturón de seguridad o de los anclajes ISOFIX.
De esta manera se evita que salgan despedidas en caso de frenazo brusco o accidente.
Comprobar frecuentemente que la sillita infantil se mantenga firmemente sujeta al asiento del vehículo (sobre todo en las sillitas que se sujetan al vehículo utilizando los cinturones de seguridad).