Obstrucción tubárica, otitis media y sus complicaciones, limitando la conducción
Obstrucción tubárica
Es un síndrome que produce sordera de transmisión por falta de permeabilidad, temporal o definitiva, de la trompa de Eustaquio. El paciente tiene sensación de oído tapado y audición más fuerte de su propia voz.
Cursa en algunos casos con otitis crónica, lesiones de percepción porque la obstrucción tubárica puede actuar por vía refleja, o bien producir fenómenos laberínticos por actuar la presión de la caja en las ventanas oval y redonda.
Consejos
- En las fases agudas es importante que el médico avise de todas las posibilidades sintomáticas que se pueden presentar y que pueden limitar la conducción. Esta información permitirá al conductor estar alerta e interrumpir la conducción en caso necesario.
- Se recomienda, aunque no haya síntomas laberínticos, conducir en trayectos cortos.
- Si existen fenómenos laberínticos no se puede conducir.
- Cuando se haya solucionado la causa y el proceso, se requiere valorar la capacidad auditiva e informar de la misma y de las secuelas para evitar riesgos en la conducción.
Miringitis
La inflamación de la membrana timpánica tiene un comienzo agudo y muy doloroso. Suele curarse sin secuelas en pocos días y su origen parece viral.
Consejos
- Durante el episodio agudo sintomático no se puede conducir.
Otitis media
La otitis media aguda simple sin perforación se caracteriza por dolor pulsátil en el oído que se irradia a la cabeza y acúfenos. Se acompaña de hipoacusia progresiva de transmisión y con frecuencia fiebre. Cura sin secuelas.
La otitis media aguda simple perforada cursa con dolor mucho más intenso, nocturno e irradiado a la cara, con alteración del estado general y fiebre.
A veces, surge vértigo acompañado de vómitos. Se produce sordera de transmisión, y puede haber alteraciones del oído interno.
Las complicaciones inmediatas por vecindad son graves, como mastoiditis, parálisis facial, laberintitis, y endocraneanas como meningitis y encefalitis.
Consejos
- Es evidente que durante estos procesos no se puede conducir.
- El tratamiento farmacológico y en ocasiones de drenaje mejorará el cuadro clínico, pero el médico aconsejará al paciente cuando podrá conducir sin riesgo, ante la ausencia de síntomas y recuperación sin secuelas que limiten al volante.
Ótitis crónica
La otitis crónica supurada simple se caracteriza por perforación timpánica central, inflamación proliferativa, supuración e hipoacusia de transmisión variable. Produce pocos síntomas subjetivos que interfieran con la conducción, pero la secuela de la perforación requiere con frecuencia cirugía.
La otitis crónica supurada colesteatomatosa no presenta dolor, pero puede cursar con vértigo y vómitos cuando existen complicaciones laberínticas. La hipoacusia es de transmisión, pero que puede ser de tipo mixto o de percepción, cuando hay lesiones laberínticas. Se puede complicar con infecciones graves de vecindad. El tratamiento es siempre quirúrgico eliminando la lesión evolutiva e intentando reconstruir de forma íntegra el aparato timpánico osicular.
La otitis crónica seromucosa con integridad timpánica es un proceso inflamatorio con hipersecreción mucosa. Con frecuencia, se presenta una gran hipoacusia de transmisión de larga evolución, con procesos agudos recidivantes y evolución a la fibrosis con adherencias.
Consejos
- A pesar del correcto tratamiento, en algunos casos queda alterada la función auditiva, que debe ser evaluada a lo largo de la enfermedad para evitar problemas en la conducción.
- La aparición de signos laberínticos en el curso de una otitis aguda o crónica imposibilita la conducción de forma permanente hasta la resolución del cuadro causal.
- En general, las secuelas de todas las otitis tienen en común la hipoacusia, que en algunos casos puede acompañarse de acúfenos. La sordera puede ser de transmisión pura o mixta si ha existido lesión laberíntica en el curso de la otitis.
- Los consejos médicos tienen que ser individualizados y siempre confirmando la buena capacidad auditiva sin interferencias laberínticas, que incapaciten la conducción.
- El informe detallado de la capacidad auditiva del paciente por parte del especialista, permitirá la adecuada valoración para la obtención o prórroga del permiso de conducir.
Complicaciones de las otitis
- Laberintitis difusa: la sordera de percepción aparece de forma temprana, con nistagmus, intensificación de los acúfenos, y a menudo, aparece vértigo intenso con náuseas y vómitos.
- Nistagmus: en procesos agudos hay afectación del estado general, fiebre y a veces síndrome meníngeo fugaz. Puede terminar evolucionando a una meningitis.
- Laberintitis localizada: con frecuencia es secundaria a una fístula laberíntica en el curso de un colesteatoma. El vértigo a veces no se presenta. La evolución es variable y pueden aparecer otras complicaciones como parálisis facial y meningitis.
- Complicaciones endocraneales: son posibles el absceso extradural, la meningitis otógena, la tromboflebitis sinoyugular y el absceso encefálico otógeno.
Consejos
- Laberintitis localizada: ante esta posibilidad, se aconseja no conducir hasta que el diagnóstico esté confirmado y el tratamiento establecido con evolución satisfactoria.
- Complicaciones endocraneales: son cuadros graves que imposibilitan la conducción hasta la resolución favorable del proceso. Posteriormente, es obligatorio que el médico precise las secuelas y sus posibles interferencias con la conducción.