Prurito y dermatitis de contacto y su influencia en la conducción
Prurito
El prurito puede acompañar a una enfermedad primaria cutánea, ser síntoma de una enfermedad sistémica, como diabetes, uremia, obstrucción biliar, linfoma, hipertiroidismo, tumores, etc., o ser un prurito transitorio sin enfermedad asociada.
Las enfermedades cutáneas más frecuentes que cursan con prurito son sarna, pediculosis, picaduras de insecto, urticaria, dermatitis atópica, dermatitis de contacto, liquen plano y dermatitis herpetiforme, entre otras.
Muchos fármacos, como barbitúricos y salicilatos, pueden causar prurito.
También se asocia el prurito a estados de ansiedad y estrés.
El paciente intenta aliviar la sensación de prurito con el rascado, que conduciendo obliga a posturas forzadas para llegar a la zona, incluso movimientos anormales de los pies perdiendo los pedales para rascarse una pierna con el pie opuesto.
Esta circunstancia de prurito transitorio en las piernas es frecuente por ejemplo en personas recién depiladas que a continuación se desplazan en su vehículo conduciendo. La recomendación de aplicar una crema calmante antes de conducir quizá sea conveniente en estos conductores.
A su vez, en periodo estival es frecuente el eritema solar que, junto con la sal depositada por el baño en el mar, producen sequedad y gran picor en la piel.
Todos los movimientos anormales que se realicen conduciendo y con pérdida del control de los mandos del vehículo favorecen el accidente de tráfico.
El tratamiento del prurito es causal, de la enfermedad cutánea o del proceso sistémico. Si se ha descartado un fármaco como la causa del prurito, se debe prescribir un tranquilizante como la hidroxicina. Los antihistamínicos son útiles por su efecto sedante.
La hidroxicina es un tranquilizante con efecto ansiolítico y acción antiemética, antiespasmódica y antihistamínica.
El efecto secundario más común de la hidroxicina es la somnolencia, por lo que se recomienda evitar la conducción de vehículos a motor durante el tratamiento.
En algunos casos puede producirse dificultad de concentración, laxitud, vértigo, y raramente, náuseas, diarrea, epigastralgia, etc.
Los antihistamínicos producen con frecuencia somnolencia, que debe saber el paciente para que extreme su precaución al volante.
Consejos
- Se recomienda al paciente que si el prurito intenso le obliga al rascado continuo, debe dejar de conducir por el riesgo de perder el control del vehículo, hasta que el tratamiento instaurado sea efectivo y el prurito desaparezca.
- Aunque el prurito mejore, si el tratamiento produce sueño, se desaconseja la conducción mientras dure la acción del medicamento.
- El conductor que se desplaza en su vehículo a la vuelta del día playero se rasca permanentemente conduciendo con incomodidad, por lo que se recomienda que se duche, se seque y se aplique cremas hidratantes antes de conducir.
Dermatitis de contacto
Puede ser causada por un irritante químico primario que lesiona la piel normal o irrita una dermatitis ya existente, o ser una reacción de hipersensibilidad tardía a múltiples sustancias.
Los síntomas varían desde un simple enrojecimiento pasajero, hasta una tumefacción intensa con formación de ampollas; el prurito y la formación de vesículas son frecuentes.
La dermatitis puede estar limitada en un principio a la zona de contacto, pero puede diseminarse a otras áreas. Su curso es variable. Si se suprime la causa, el eritema simple desaparece al cabo de pocos días y las vesículas se secan.
Las vesículas y las ampollas pueden romperse, exudar y formar costras. A medida que la inflamación remite, se produce descamación y engrosamiento temporal de la piel.
Las manos son una localización habitual en la dermatitis por irritante primario.
El proceso agudo impide conducir por la imposibilidad de sujetar el volante y los mandos del vehículo.
Con frecuencia el tratamiento tópico con corticoides dificulta la manipulación, y en la fase de ampollas se requiere vendaje oclusivo que obliga al reposo de las manos.
Para conducir se necesitan las dos manos en perfectas condiciones. Los vendajes de las manos limitan los movimientos e impiden agarrar con seguridad el volante y manejar los mandos de control del vehículo. En esta situación, se aconseja no conducir hasta que las manos se hayan recuperado en su totalidad.
Los antihistamínicos administrados para disminuir el prurito producen somnolencia, por lo que el paciente debe extremar la seguridad en la conducción.
Consejos
- Se debe recordar que para conducir se necesita tener las dos manos en perfectas condiciones.
- Los vendajes limitan los movimientos impidiendo asir con seguridad el volante y manejar los mandos de control del vehículo. En esta situación no se puede conducir.
- Las manos afectadas con dermatitis de contacto son rígidas y presentan grietas dolorosas que incluso sangran. El conductor nota mejoría al aplicarse la crema de corticoide, pero las manos pasan a ser resbaladizas, con peligro de no sujetar bien el volante.
- No es conveniente aplicar la crema en las manos mientras se conduce, además de retirar las manos del volante, distrae al conductor. Tampoco se debe conducir inmediatamente de habérsela aplicado, porque las manos resbalan.
- Los tratamientos tópicos no se deben realizar aprovechando el tiempo de conducción.
- El paciente debe saber que los antihistamínicos pueden producir somnolencia, para que extreme la seguridad al volante.