Consejos de la Dirección General de Tráfico para conductores con la enfermedad de Parkinson

En los estados iniciales de la enfermedad de Parkinson se puede conducir si se mantiene un control de los síntomas

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La Dirección General de Tráfico, aconseja, que si en los estados iniciales de la enfermedad de Parkinson, el enfermo mantiene un adecuado control de los síntomas que le permiten seguir conduciendo, es muy recomendable el establecer un diálogo sincero con su médico, para decidir entre ambos, las pautas de conducción más seguras y que comporten un menor riesgo. Debe el enfermo tener muy en cuenta el consejo de su médico en relación con los efectos secundarios de la medicación y sus consecuencias sobre la conducción.

Esta noticia es un extracto de las recomendaciones que la Dirección General de Tráfico (DGT) difundió como consejos para el conductor con la enfermedad de Parkinson, con el fin de mejorar en todo lo posible la seguridad vial al volante y evitar las malas prácticas en la conducción.

La DGT recomienda a los enfermos con la enfermedad de Parkinson, el abandono progresivo de la conducción de vehículos en todas circunstancias. También, si hay conductores profesionales con dicha enfermedad, les recomienda el abandono de su conducción profesional. Aunque la norma no hace referencia expresa a la enfermedad de Parkinson, ésta se encuadra en el apartado de enfermedades del sistema nervioso y muscular, y dice: “No deben existir pérdida o disminución grave de las funciones motoras, sensoriales o de coordinación, episodios sincopales, temblores de grandes oscilaciones, espasmos que produzcan movimientos amplios de cabeza, tronco o miembros ni temblores o espasmos que incidan involuntariamente en el control del vehículo”, quedando a criterio facultativo el valorar la situación clínica del paciente y su evolución.

Advierte, el no poder consumir bebidas alcohólicas si el enfermo va a conducir; el alcohol puede precipitar la aparición de los efectos secundarios no deseados de los antiparkinsonianos.

La DGT avisa, si la evolución de la enfermedad le permite conducir, que el enfermo de Parkinson planifique los viajes, evitando la conducción nocturna y manteniendo los horarios habituales de descanso, comidas y toma de medicación.

Sugiere al enfermo de Parkinson que en el caso de conducir, sólo debe realizar recorridos cortos, por rutas conocidas, evitando las horas punta, los trayectos complicados, las condiciones climatológicas adversas y las maniobras forzadas, debiendo mantener en todo momento la distancia de seguridad.

Al mismo tiempo, debe éste, estar extremadamente atento en todo momento la velocidad adecuada, sin superar el límite legal y siempre con las mismas condiciones ambientales en el vehículo, temperatura del habitáculo y ruidos, con el fin de evitar distracciones.

Finalmente indicar que si nota síntomas de alarma, como pueden ser: somnolencia, temblor, movimientos anormales, dificultad de movimientos, etc.., disminuya paulatinamente la velocidad y pare en el arcén, señalizándolo con los intermitentes.

 

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