Antitusivos, expectorantes y conducción

En España, en torno a un 5% de los accidentes de tráfico, están relacionados con los medicamentos

Dra. Mercedes Ricote Belinchón
Especialista en M F y C. Coordinadora del GT de gestión del medicamento de SEMERGEN

En España, en torno a un 5% de los accidentes de tráfico, están relacionados con los medicamentos, un 17,3% de los conductores está en tratamiento y se estima que estos medicamentos contienen una advertencia sobre su posible relación con la capacidad de conducción, 26,4%(1). Si pensamos en automedicación, las cifras son mayores, en torno al 25-30% de la población.

En la mayoría de las ocasiones los pacientes no conocen o/y no se plantean si los medicamentos que están tomando pueden interferir con la conducción de vehículos (1). A pesar de que, desde hace ya algunos años, los medicamentos que pueden afectar a la capacidad de conducción llevan un triángulo rojo en el envase para alertar a los conductores de que deben de extremar las precauciones al volante. RD 1345/2007 11 de octubre (2).

Los mecanismos más frecuentes por los que los medicamentos pueden afectar a la conducción son varios y puede producir (1): somnolencia o efecto sedante (el 20% de los accidentes de circulación ocurren porque las personas se duermen al volante), disminución de los reflejos y, por tanto, aumento del tiempo de reacción, alteración de la percepción de las distancias, alteraciones oftalmológicas o de la audición, estados de confusión y aturdimiento.

La tos

La tos es un mecanismo fisiológico de defensa para eliminar la presencia de sustancias extrañas o de un exceso de secreciones de las vías respiratorias. Se produce por la estimulación inflamatoria, mecánica, química o térmica de las vías respiratorias (3), y también es un síntoma asociado a múltiples enfermedades respiratorias y no respiratorias.

El tiempo que el paciente lleva con tos nos va a ayudar a orientar el diagnostico de la etiología. Si estamos ante una tos aguda, lleva menos de 3 semanas, suele estar asociada a patologías agudas como las infecciones respiratorias. Cuando la duración de la tos está entre tres a ocho semanas, podemos pensar que es una tos postinfecciosa. Pero cuando la tos lleva más de ocho semanas debemos de sospechar patología crónica como: asma, reflujo gastroesofágico o insuficiencia cardiaca como causantes.

El tratamiento de la tos, en la mayoría de las ocasiones, va a ser un tratamiento etiológico, pues en un porcentaje muy alto de pacientes vamos a conocer la causa. En el caso de procesos agudos, o que no conozcamos la causa, y para evitar las complicaciones de los golpes de tos, como el insomnio, el dolor musculoesquelético o el agotamiento, entre otros, trataremos la tos con fármacos específicos para ello.

En estos casos para poder diferenciar que medicamento es más adecuado para el tratamiento de la tos, debemos primero diferenciarla según las características en (4):

  1. Tos seca irritativa, no productiva: no hay expectoración y se asocia a irritación de la mucosa traqueal y faríngea. Produce dolor e impide el descanso del paciente. Suele estar causada por agentes irritantes como el humo del tabaco, atmósfera seca, cambios bruscos de temperatura o contaminación del aire (polvo, irritantes químicos, alérgenos, microorganismos), algunas enfermedades como asma y algunos medicamentos. Al mes del cese del hábito tabáquico y de la exposición pasiva al humo del cigarrillo, elimina la tos en el 77% de los casos y la reduce en otro 17%.(3)
  2. Tos blanda o productiva: expulsa las secreciones  mucosas o cuerpos extraños del árbol respiratorio.  Evita que se acumulen las secreciones, por lo que se aconseja no tomar nada para eliminarla.

Tratamiento

Los medicamentos actualmente más utilizados para la tos son: antitusivos, expectorantes y mucoliticos. En la farmacia los podemos encontrar solos: en forma de jarabes, soluciones o comprimidos, o bien asociados a otros fármacos como descongestionantes, antihistamínicos y/o analgésicos.

1.- Tratamiento de la tos seca irritativa, no productiva (4): Los medicamentos indicados son los antitusivos: codeína, dextrometorfano, dimemorfano, y cloperastina.

  • La codeína está considerada como el fármaco de elección, actúa a nivel central y tiene efectos secundarios importantes como la depresión del  sistema nervioso central, brocoespasmo, estreñimiento… No dar en menores de 12 años y precaución entre los 12 y 18 años (5).
  • El dextrometorfano tiene una acción más selectiva sobre la tos y menos efectos secundarios que la codeína. El dimemorfano es similar a este.
  • La cloperastina es un antitusivo con propiedades anticolinérgicas, antihistamínicas y anestésicas locales, que hacen que tenga actividad broncodilatadora y anestésica local. También actúa a nivel central inhibiendo el centro de la tos.

Al utilizar estos medicamentos tenemos que tener en cuenta:

  • No asociar antitusivos y alcohol.
  • No asociar antitusivos y mucoliticos o expectorantes, pues el antitusivo puede evitar la eliminación de secreciones y producir obstrucción bronquial.
  • Como efectos secundarios, pueden producir cefalea, somnolencia, vértigo o confusión mental.
  • Pueden producir sedación, adicción o somnolencia, sobre todo si se asocian a antihistamínicos, analgésicos o ansiolíticos.
  • No debemos de utilizarlos en embarazada, ni durante la lactancia.

Aunque, sobre todo la codeína interfiere a la hora de conducir, todos ellos pueden interferir en mayor o menor medida en la conducción de vehículos, o la utilización de maquinaria pesada, por lo que debemos de informar al paciente de ello (5).

2.- Tratamiento de la tos blanda o productiva (4): No debería ser tratada salvo que la eliminación del esputo pueda ayudar a mejorar la evolución de la enfermedad, o que resulte tan molesta, que al paciente le impida dormir o llevar una vida normal. Para esta tos utilizaremos los mucoliticos y los expectorantes.

Mucolíticos (4): actúan favoreciendo la fluidificación del moco, reducen la retención de secreciones y aumentan el aclarado mucociliar, produciendo la disminución de la frecuencia e intensidad de la tos. Hay varios grupos de medicamentos:

  • Derivados de los aminoácidos o azufrados: acetilcisteína y la carboximetilcisteína que producen una desnaturalización de las glucoproteínas del moco, consiguiendo su fluidificación.
  • Derivados de la vasicina: bromhexina y el ambroxol. Tienen una acción mucolítica y expectorante. Parece que su mecanismo de acción es incrementar el volumen de las secreciones por irritación de las glándulas productoras de moco. Ejerciendo, además, un efecto mucolítico que ayuda a restablecer el estado normal de la viscosidad y de la elasticidad de las secreciones bronquiales

Para utilizar estos medicamentos debemos observar las siguientes recomendaciones:

  • No asociar antitusivos y mucoliticos: el antitusivo puede evitar la eliminación de secreciones y producir obstrucción bronquial.
  • No debemos utilizarlos durante el embarazo, ni la lactancia.
  • No utilizar en pacientes con >ulcera duodenal activa, o con antecedentes, porque puede alterar la mucosa gástrica por su efecto mucoltico.
  • No utilizar en pacientes en tratamiento con fármacos inhibidores de la secreción bronquial como: los anticolinérgicos, antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos H1, antiparkinsonianos, IMAO y antipsicóticos clásicos; pues pueden antagonizar los efectos de ambroxol (5).

Expectorantes: Los expectorantes son sustancias capaces de incrementar el volumen de las secreciones bronquiales o de estimular los mecanismos para su eliminación, por expulsión o deglución.

Los medicamentos más utilizados de este grupo son: Guaifenesina y Sobrerol. No se deben dar en el embarazo, ni en la lactancia. Y en el caso de la Guaifenesina puede producir somnolencia.

Asociaciones

En muchas presentaciones farmacéuticas estos fármacos van asociados a otros medicamentos como:

  • Descongestionantes simpaticomiméticos: fenilefrina y pseudoefedrina. Su mayor utilidad es en pacientes con rinitis vasomotora crónica. Y están contraindicados en pacientes con diabetes, cardiopatías, hipertensión e hipertiroidismo (3-4).
  • Antihistamínicos: actúan a nivel del sistema nervioso central, en el centro bulbar de la tos. Son útiles para los pacientes con enfermedad alérgica de la vía aérea superior. Pueden interaccionar con alcohol, hipnóticos, sedantes, produciendo depresión del sistema nervioso central: somnolencia, vértigos, mareos… Por lo que pueden interferir en la conducción de vehículos (3-4).

Consejos al paciente

  1. La tos no es siempre perjudicial, por lo que la trataremos cuando le impida dormir o llevar una vida normal.
  2. Para eliminar la tos debe evitar irritaciones tales como inhalación de polvo, tabaco y humo.
  3. Mantener una humedad ambiental adecuada y evitar los cambios bruscos de temperatura.
  4. Beber abundante líquido, entre 1,5 y 2 litros al día es la mejor medida para fluidificar la mucosidad.
  5. Conocer si el medicamento que toma puede producir somnolencia, debilidad o visión borrosa.
  6. Nunca asociar fármacos y alcohol.
  7. Si la tos continúa durante más de una semana, es recomendable acudir al médico.

Consejos sobre seguridad vial y prevención

Cuando pautemos un antitusivo, debemos informar al paciente de que puede, en especial la codeína, producir sedación, adicción o somnolencia, sobre todo si se asocian a antihistamínicos, analgésicos, ansiolíticos o alcohol. Por lo que pueden interferir en la conducción de vehículos.

Debemos de enseñar al paciente a leer el etiquetado de los fármacos, pues en ellos figurara el pictograma, cuando el fármaco pueda afectar a la conducción segura de vehículos.

Debemos de informar a los pacientes de los posibles efectos nocivos de la asociación entre fármacos y alcohol, no sólo a nivel del sistema nervioso central, sino también por la seguridad vial y por la salud del paciente.

 

Bibliografía: