Antihistamínicos y conducción segura
La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), ha publicado la guía Recomendaciones en Seguridad Vial, Fármacos y Conducción, en dónde la Dr. Antonio Gómez Peligros, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y Miembro del Grupo de Trabajo de Actividades Preventivas de SEMERGEN, realiza el artículo “Antihistamínicos y conducción segura”.
Para el Dr. Antonio Gómez Peligros, los medicamentos antihistamínicos se clasifican según su estructura química en seis categorías, unos de acción sedante variable y otros de efectos diferenciales, en:
- Alquilaminas: importante acción sedante, y posibles efectos estimulantes en niños.
- Monoetanolaminas: acción sedante y antimuscarínica muy pronunciadas, efectos gastrointestinales escasos.
- Etilendiaminas: acción sedante moderada, sensibilización cutánea y alteraciones digestivas.
- Fenotiazinas: importante acción sedante, efectos antimuscarínicos y antieméticos de consideración.
- Piperazinas: moderada acción sedante y efectos antieméticos.
- Piperidinas: acción sedante moderada o baja dependiendo del fármaco.
Sin embargo, en la actualidad se utilizan dos categorías:
- Antihistamínicos H1 de primera generación o sedantes.
- Antihistamínicos H1 de segunda generación o no sedantes.
Las indicaciones terapéuticas establecidas de los antihistamínicos son:
- Rinitis alérgica: control de rinorrea, picor nasal, estornudos y en menor medida, congestión nasal.
- Urticaria: disminuyen el número tamaño y duración de las ronchas, al igual que el prurito, también alivian la urticaria crónica.
- Otras como, dermatitis atópica, asma y anafilaxia.
Las recomendaciones que da el autor del artículo sobre lo que el médico debe avisar al paciente, están articuladas desde tres ejes:
- Informar sobre los síntomas de su enfermedad que puedan afectar a la conducción: estornudos, lagrimeo, prurito.
- Explicar los efectos de los antihistamínicos H1 sobre la conducción: somnolencia o lentitud en reaccionar, dificultades para mantener el vehículo en su carril.
- Indicar los procedimientos a seguir para minimizar los efectos de los mismos.
Es pues responsabilidad del médico a la hora de prescribir anti-H1, la de aportar información precisa al paciente destinada a mejorar la seguridad vial, y que entienda la posología, la interacción con otros fármacos y los posibles efectos adversos.