Alergias y conducción
Son muchos los conductores que sufren alergias, cuyos síntomas influyen negativamente en la conducción. Aunque este año, con el invierno más seco de los últimos sesenta años, los expertos prevén que haya menos volúmenes de pólenes en el aire.
Según el estudio realizado por el Instituto de Seguridad Vial de Fundación MAPFRE “Alergias: un peligro invisible”, realizado en mayo de 2005 las alergias son un peligro para los conductores por dos son las causas fundamentales: los propios síntomas y los efectos de la medicación.
A modo de conclusión, las recomendaciones que presenta son:
- Viajar con las ventanillas del coche cerradas.
- Si utiliza el aire acondicionado, lleve un filtro especial para pólenes.
- Cuando le receten antihistamínicos advierta a su médico que es conductor.
- Limpie el coche con frecuencia, use una aspiradora potente para eliminar ácaros de moquetas y tapicerías y productos líquidos para ventanas, salpicadero, etc. especialmente si ha transportado animales en el mismo.
- Evite realizar los viajes durante el atardecer o el amanecer, ya que hay más concentración de polen.
- Procure no dejar el automóvil en zonas húmedas.
- Es mejor comenzar el tratamiento dos o tres días antes de iniciar un viaje pues los efectos sedativos disminuyen al adaptarse el organismo.
Sobre dicho tema también, la revista Tráfico y Seguridad Vial ha publicado en su número de abril una noticia con el título “Alergias: llorar al volante”, dónde se dan cinco consejos básicos para el conductor alérgico:
- Nunca auto medicarse: acudir al médico si nota los síntomas propios de las alergias como el picor de ojos, destilación nasal, estornudos, problemas respiratorios.
- Informar al médico de cabecera la necesidad que tiene de conducir: él le recetará medicamentos que provoquen una menor somnolencia. Casi el 20% de la población es alérgica, y se calcula que en el 2020 se llegará al 30%.
- Si su coche carece de filtros HEPA cómprelos. Son filtros de alta capacidad, no encienda el aíre acondicionado ni baje las ventanillas, al poder entrar más polen y producirle un ataque alérgico al volante. También las gafas de sol protegen los ojos de alérgenos, reduciendo el lagrimeo constante y el picor. Evite conducir por zonas húmedas y al amanecer que es dónde mayor concentración de pólenes habrá.
- Limpiar el coche siempre que haya transportado algún animal doméstico y conocer la ruta. El pelaje de perros y gatos, suele ser bastante alérgico. Planifique su viaje conociendo, por la ruta que vaya a hacer, la cantidad de polen que hay, así como en su destino.
- No beber ningún tipo de bebida alcohólica si está en tratamiento. No sólo podría superar la tasa de alcoholemia permitida, sino al mismo tiempo, potenciar el efecto de somnolencia de los medicamentos.
Con estos cinco consejos es posible tener un buen viaje y reducir en lo posible las consecuencias de las alergias en la conducción.