Contramanillar: ¿Qué es y para qué sirve?
La técnica del contramanillar es una forma de conducir que utiliza el conductor de moto de forma constante. Es muy útil para conducir con mayor facilidad una moto. Sin embargo, se trata de una técnica que se hace consciente o inconscientemente, lo que la hace también una gran desconocida, y no sólo para los motoristas noveles.
Para empezar a hablar del contramanillar, primero hay que saber que se basa en el efecto giroscópico, componente esencial cuando conducimos una moto, un vehículo sin más apoyo que sus dos ruedas. Son precisamente éstas las que con su movimiento en rotación hacen que se mantenga el conjunto en el eje vertical. Cuanta mayor sea la velocidad de este giro y, por tanto, el de la moto al completo, mayor esfuerzo será necesario para variar la dirección del conjunto.
Es en este esfuerzo donde entra a jugar el contramanillar. En sí mismo, el contramanillar es una maniobra que hacemos al empezar a afrontar una curva girando el manillar hacia el lado contrario al que queremos girar cuando circulamos a partir de cierta velocidad.
Puede parecer un contrasentido o que eso es imposible, pero… Sí, así es. Cuando giramos en una curva a izquierdas, el manillar lo estamos girando a la derecha. La moto y nosotros mismos, debido al efecto giroscópico y a la fuerza centrífuga que nos hace tender a ir hacia fuera de la curva, necesitamos inclinar hacia el interior de ésta.
Para recuperar la verticalidad, la fuerza centrífuga tiene que aumentar. ¿Cómo? Acelerando. A la vez, la fuerza giroscópica hace que la rueda delantera recupere la línea recta.
¿Difícil de comprender? Ponlo en práctica
Es evidente que no estamos en una clase de física, pero se trata de un fenómeno que se produce constantemente al conducir una moto. No hace falta entenderlo o estudiarlo. Basta con que lo pruebes y te darás cuenta de que te ayudará a conducir tu moto con mucha mayor seguridad.
Se suele decir que el contramanillar empieza a funcionar cuando superas los 40 km/h. Compruébalo cuando estés circulando y tengas condiciones claras de seguridad. Al aproximarte a una curva a izquierdas, empuja o gira levemente el manillar hacia el lado derecho. De repente, te darás cuenta de que tu moto se empieza a inclinar hacia la izquierda de manera asombrosamente fácil y directa.
A partir de ahí, sólo tienes que corregir levemente la presión en el manillar para trazar correctamente la curva sin necesidad de hacer esfuerzos en vano.
Pon en práctica esta técnica porque te ayudará a trazar de manera más rápida y precisa las curvas, pero también en términos de seguridad podrás reaccionar rápidamente ante un imprevisto que te encuentras en la carretera.