Ir entre coches por ciudad no es buena idea

¿Ir entre coches por ciudad con tu moto? No parece una buena idea

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CASO

Creo que el scooter y la moto es la mejor opción para llegar a mi trabajo de forma cómoda y rápida. Además, evito utilizar el coche y toparme con los atascos tanto por la mañana como por la tarde.

Hace unas semanas, iba con mi scooter al trabajo y, como casi siempre, aprovecho las pequeñas dimensiones del scooter para ir entre los coches y ganar espacio y tiempo.

En una de esas maniobras, mientras iba entre dos coches, uno de ellos cambió de carril. Por suerte, el otro coche frenó a tiempo, pero el que estaba cambiando de carril me golpeó y se me llevó por delante tirándome al suelo. Iba relativamente rápido, a 50 km/h, y el golpe fue bastante fuerte, lo que me produjo una fractura de varios huesos en el brazo. Ahora, tengo que esperar para que me operen y me traten de la mejor manera posible.

Segunda oportunidad:

Una de las ventajas de la moto es que sus dimensiones permiten que sea un vehículo ágil y muy efectivo en el insoportable tráfico de la ciudad. Como bien dice nuestro protagonista, el scooter y la moto es un vehículo óptimo para encontrar el hueco entre el resto de vehículos.

Sin embargo, esta conducta debe ser tenida en cuenta por motivos evidentes de seguridad. Además, la Ley no es muy clara respecto al filtrado de motos entre los coches, ya que sólo está permitido cuando el resto de vehículos están parados (en un semáforo en rojo, por ejemplo) o la velocidad es razonablemente baja, lo cual es bastante subjetivo y motivo de sanción según la opinión del agente de seguridad en cada caso.

En primer lugar, hay que decir que la decisión de filtrarnos entre coches debe ser la última y, en caso de hacerlo, asegurarnos de que el resto de vehículos estén parados (o casi). La distancia de seguridad lateral debe ser más que suficiente para reaccionar ante un imprevisto. Por último, la velocidad debe ser muy baja precisamente para que nuestra reacción y la de la moto sea lo más efectiva posible.

En el caso que tratamos hoy, parece claro que los 50 km/h a los que circulaba nuestro protagonista eran excesivos y nos hace adivinar que la circulación del resto de vehículos era también demasiado elevada como para realizar esos adelantamientos filtrándose entre los coches. Además, hay que añadir que la distancia de seguridad no era la proporcional a la de la velocidad del momento. La próxima vez, será mejor pensarlo dos veces antes de hacer el filtrado entre los coches y tener en cuenta estos factores.