Mi moto al suelo: ¿Cómo levanto mi moto?
Una moto, por muy ligera que sea, tiene un peso considerable, por lo que no es fácil que con fuerza bruta podamos levantarla si hemos tenido la mala fortuna de que se nos caiga al suelo. Más fácil es que nos hagamos daño en la espalda o en cualquier otro punto del cuerpo corriendo el riesgo de que se nos vuelva a caer al suelo causándonos nuevas lesiones y nuevos desperfectos en la propia moto, sobre todo si son motos de gran cilindrada y pesadas.
En el caso de que nos hayamos caído en marcha, lo primero es tomar las medidas de seguridad necesarias para ponernos a salvo de cualquier choque o atropello. Después debemos asegurarnos de quitar el contacto para que el motor no siga funcionando en esa posición para la que no está preparado. Así evitaremos averías que se puedan producir por esa postura extraña para el motor y el resto de elementos de la moto.
A partir de aquí, hay que relajarse y buscar a tu alrededor a alguien que pueda ayudarte. Una (o más) mano/s nunca vienen mal… Sin embargo, la técnica para levantar la moto no cambia. Antes de realizar esta maniobra para levantar la moto, debes tener en cuenta si tienes alguna dolencia o lesión previa en la espalda. Realizar este esfuerzo nunca será beneficioso para tu salud. Si es así, olvídalo y espera a que levanten la moto otras personas.
Empezamos a levantar la moto
Al empezar a levantar la moto, las dos ruedas apoyarán en el suelo, pero corremos el riesgo de que la moto eche a rodar. Para evitarlo, acuérdate de dejar una marcha metida. Si la moto está caída hacia la derecha, también es positivo dejar puesta la pata de cabra para evitar que se nos caiga al lado contrario. Si la situación es al revés, deberemos llevar más cuidado cuando enderecemos la moto para que no se nos venza.
Como última medida antes de empezar a levantarla, te aconsejamos limpiar el suelo para evitar que resbales tú o las ruedas de la moto. Con quitar ligeramente la gravilla que pueda haber, basta.
Ahora sí, empezamos a levantar la moto. Nos situamos de espaldas a la moto por el lado que se ha caído y nos situamos en cuclillas posando nuestro trasero en el asiento y agarrando con una mano el puño del manillar que queda tocando el suelo y con la otra mano agarramos un elemento fijo y que no nos pueda hacer daño al mover la moto. Lo ideal sería agarrarlo de un asidero o un soporte de maletas.
Una vez cogida la posición, empuja hacia atrás haciendo fuerza únicamente con las piernas, no con la espalda. Notarás que la moto se puede levantar fácilmente sin hacer excesivos esfuerzos. Cuando la moto alcance una inclinación de 45 grados, más o menos, recoloca los pies para retomar la subida sin hacer mucha fuerza.
Cuando la moto está más o menos en su verticalidad, puedes dejarla caer ligeramente hacia el otro lado para que apoye en la pata de cabra. Si ésta se encuentra en el mismo lado por el que ha caído, mantén la moto vertical y simplemente ayúdate con el pie para sacar la pata de cabra antes de soltar la moto y cambiar de posición.
Esperamos que no tengas que realizar esta maniobra muchas veces, pero toma nota de esta técnica fácil, cómoda y segura.