¿Cuáles son los pasos para evitar que mis hijos sean adictos a los videojuegos?
La inmediatez, la facilidad de acceso, el anonimato y el entorno íntimo que proporcionan las TIC han convertido el universo online en el espacio perfecto para el desarrollo de comportamientos adictivos; entre ellos, el del juego.
De hecho, el trastorno por uso de videojuegos en línea (“gaming disorder”) y el trastorno por juego de apuestas online (“gambling disorder”) están ya consideradas, según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11-ES), como trastornos debidos al consumo de sustancias o a comportamientos adictivos.
Pese a ello, la encuesta sobre “Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España” (ESTUDES, 2018), realizada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (DGPNSD), revelaba que la edad de inicio en juego online es a los 14,7 años de edad. Según esta encuesta, en 2018, un 10,3% de los estudiantes de 14 a 18 años había jugado dinero online en los últimos 12 meses, y entre ellos, el 26,4% podría tener un problema de adicción al juego.
¿Cuáles son los tipos de juego online más seguidos por los estudiantes de 14 o 18 años? Sin duda, los videojuegos y las apuestas deportivas.
¿Y cómo prevenir la adicción? Te ofrecemos a continuación unos consejos básicos:
- Es importarte transmitir a nuestros hijos el valor del esfuerzo y responsabilizarse de sus gastos y los de la familia.
- Es importante informar a nuestros hijos de que al ser menores de edad no pueden apostar. Es ilegal y estarían cometiendo un delito.
- Limita el tiempo de uso de los videojuegos.
- Conoce a que y con quién juegan tus hijos en los videojuegos.
- Habla con ellos sobre los riesgos de la adicción a los videos juegos y, si fuera el caso, de los peligros de los juegos de apuestas, que van más allá de la ludopatía (“gambling disorder”): nerviosismo, ansiedad, irritabilidad, insomnio, mala alimentación, aumento del gasto, endeudamiento, uso de las mentiras, empeoramiento de las relaciones familiares, hurtos en casa, problemas de rendimiento escolar o absentismo o que se distancien de los amigos que rechazan jugar, entre algunos otros. Asimismo, estos riesgos también son señales evidentes del juego de azar en menores, por lo que es importante vigilarlo en el entorno familiar y en caso de detectarlo, acudir a un profesional.
- Por último, y lo más importante, sé un referente para tus hijos manteniendo un comportamiento adecuado en relación con el juego.