¿Cómo prevenir los riesgos derivados de un uso abusivo y/o inadecuado de las TIC?
Información y buena comunicación; estas son dos de las claves esenciales para prevenir el uso inadecuado de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) por parte de adolescentes y jóvenes.
Informar a los menores de los riesgos que pueden conllevar sus comportamientos es la mejor manera de que se comporten de forma cautelosa y sepan detectar situaciones a evitar. Pero, para poder entenderlos y acompañarlos en el uso de las redes sociales y de internet, es necesario que los adultos también estemos informados y sepamos qué utilizan y cómo se utiliza. Una comunicación fluida en casa sobre el uso de las TIC ayudará a que los menores desarrollen una buena salud digital y a prevenir una posible adicción, así como otro tipo de problemas asociados.
Pero, además, para prevenir los riesgos derivados de un uso abusivo y/o inadecuado de las TIC es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones:
- Limitar el tiempo que los hijos dedican a las TIC: establecer lugares, momentos y tiempos para utilizarlas.
- No permitir que las TIC supongan una barrera entre los adultos y los menores. Intentar estar lo más al día posible en cuanto a las herramientas que utilizan.
- El uso de las TIC debe estar sujeto a unas normas de uso lo más consensuadas posible. Es una buena idea plasmarlas por escrito.
- El uso de las TIC debe ser supervisado. Dependiendo de la edad y la madurez de nuestro hijo o hija esta supervisión será más o menos intensa. Recomendamos que la supervisión sea totalmente presencial al menos hasta los 14 años, que es la edad mínima para poder tener redes sociales. Posteriormente, conceder o supervisar una autonomía al menor gradualmente.
- Evitar que utilicen el ordenador, el móvil, la tableta o los videojuegos como forma de rellenar tiempos muertos. Ayudarles a planificar su tiempo libre y fomentar las actividades offline.
- Evitar el aislamiento en su cuarto: es importante que los más pequeños usen las TIC en un lugar común de la casa, en especial, a última hora de la tarde. Es necesario retirar los dispositivos para evitar su uso en horas de sueño.
- Procurar que hayan cumplido con sus responsabilidades antes de realizar las actividades que implican a las TIC.
- Compartir tiempo en el uso de las TIC. Navegar con ellos y jugar de vez en cuando a sus juegos preferidos. Esto facilitará y mejorará la comunicación en el entorno familiar.
- Explicar a los hijos el riesgo de ponerse en contacto con desconocidos. Pueden ser muy útiles las comparaciones con la vida real, concienciándoles sobre los riesgos a los que se exponen dentro y fuera de la Red.
- Enseñarles a proteger su privacidad. Es importante explicarles qué son los datos de carácter personal (que incluyen las fotografías) y los riesgos que conlleva compartirlos con desconocidos.
- Utilizar los sistemas de control parental para evitar el acceso a páginas web no recomendables para menores, así como el contacto con desconocidos. Esto debe hacerse al menos durante los primeros años de uso de las TIC.
Y, por último, pero no menos importante, los adultos debemos servir de ejemplo. Si nosotros mismos hacemos un uso excesivo de las TIC, es muy posible que nuestros hijos, que nos observan, puedan desarrollar lo mismo por imitación.