¿Cómo ayudar a los menores a hacer un buen uso de las redes sociales?
No importa que sea en Facebook, en Instagram, en Twitter o en cualquier otra plataforma; la realidad es que los menores se mueven en las redes como peces en el agua, pese a que la ley solo permite crear una cuenta en Tick tock, Twitter e Instagram a partir de los 13 años y en Facebook a partir de los 14 años. De hecho, el estudio “Jóvenes en el mundo virtual: usos, prácticas y riesgos” (2018) de Fundación MAPFRE y Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud (FAD), destaca que el 91,2% de los jóvenes tiene un perfil en redes sociales y que las utilizan de manera habitual.
La exposición que conlleva el acceso a las redes implica siempre una merma de su intimidad y privacidad que, en algunas ocasiones, puede incluso afectar a su salud mental y emocional cuando sufre insultos, hostigamiento, denigración, revelación de secretos, difusión de rumores, suplantación de identidad, difusión de grabaciones, etc.
Para evitar que nuestros hijos sean vulnerables debemos sensibilizarles sobre la necesidad de proteger su intimidad y mantener sus perfiles completamente privados. ¿Cómo podemos ayudarles?:
- Enseñando a los menores a ser responsables a la hora de utilizar cualquier red social, puesto que lo que publican en sus redes es lo que va a crear su identidad y reputación digital. Internet no olvida y cualquier cosa que publicamos es susceptible de viralizarse (aunque lo hayamos borrado a posteriori), es decir, de extenderse a una gran cantidad de personas en poco tiempo, pero también es susceptible de ser sacada de contexto.
- Recordarles que la Ley Orgánica de Protección de Datos establece multas económicas por manejar información/imágenes de otras personas sin su autorización. Para colgar o publicar una foto deberían pedir permiso (mejor por escrito) a las personas que aparecen en la misma. Los menores deben ser conscientes también de que para acceder a algunas redes sociales deben contar con la autorización de sus padres. Crear perfiles falsos es ilegal.
- Evitar clics de enlaces sospechosos o URL cortas, ya que podrían redirigirles a páginas con contenidos maliciosos, y evitar participar en sorteos falsos o cualquier tipo de encuesta por redes sociales que les soliciten datos personales.
- Utilizar siempre el nivel máximo de privacidad en la red social, aplicar los ajustes de seguridad de cada plataforma y aceptar solo a personas que conocen cara a cara. Es importante que los jóvenes entiendan que en sus redes sociales solamente deben tener agregados a sus amigos de confianza, ni siquiera a “amigos de amigos” porque no saben si esas personas pueden comprometer su privacidad y su seguridad, y, por supuesto, no deben aceptar a desconocidos, ya que en las redes sociales no todo el mundo es quien dice ser. Si en la vida real no hablarían con desconocidos, en el mundo digital tampoco. Por eso, deben tener claro que ante la solicitud de un desconocido tienen que eliminarla y nunca aceptarla.
- Concienciarles sobre la importancia de no dar demasiada información personal a través de las redes sociales.
Los adultos somos los que más podemos aportar al desarrollo adecuado de los niños y jóvenes. Por ello, no solo debemos concienciarles en el uso seguro de las redes sociales, sino que también debemos realizar una supervisión y ejercer nuestra responsabilidad esencial a la hora de crear unos hábitos fundamentales para que sepan utilizar las redes sociales de manera sana y segura.