¿Cómo actuar ante un caso de acoso en las redes?

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Cuando se produce un caso de ciberacoso, aparte del papel de los que lo realizan y el que lo padece, la víctima, tenemos que tener en cuenta a los observadores, es decir, todas aquellas personas alrededor de la víctima que saben lo que está pasando, así como a los padres. ¿Qué es lo que pueden hacer todos ellos?

Víctima

  • Informar a padres, tutores o profesores para que tomen medidas. ¡No hay que tener miedo a pedir ayuda! Los adultos están para ayudar.
  • Guardar las pruebas, realizando, por ejemplo, capturas de pantalla y guardándolo en un pen drive o disco duro para no perder la información.
  • «Don’t feed the troll»: Ignorar los ataques. Cualquier respuesta puede reforzar al agresor.
  • Reportar al Administrador de la web o red social para que tome medidas contra estos usuarios tóxicos.

Observador

  • Es muy importante hablar e informar a adultos de confianza sobre los problemas que se detecten.
  • El silencio hace cómplice, y los observadores son quienes más pueden ayudar a frenar el ciberacoso.
  • No compartir ningún tipo de publicación, mensaje, foto o vídeo que sea objeto de acoso contra algún compañero.
  • Si se detecta algún tipo de ataque, se debe denunciar a la red social o al administrador de la web para que lo reporten y se tomen medidas.

Padres

  • Dar ejemplo de un buen uso de los dispositivos digitales.
  • Involucrarse y asistir a actividades formativas centradas en la prevención para familias.
  • Educar en valores y en inteligencia emocional fortaleciendo el carácter de sus hijos.
  • Explicar los límites de la comunicación en Internet.
  • Supervisar y acompañarlos en sus incursiones a Internet, conociendo los lugares que visitan y las personas con las que hablan virtualmente. Pero siempre respetando su intimidad.
  • Hablar con ellos y escucharlos. La confianza es la base de una buena comunicación padres-hijos.
  • Estar actualizados sobre contenidos, herramientas y aplicaciones de Internet.
  • Si detectamos un caso de ciberacoso, es importante que nuestro hijo se sienta legitimado y apoyado desde el primer momento.
  • No debemos enfrentarnos con los agresores ni entrar en las provocaciones.
  • Hablar con el tutor o docentes para trabajar conjuntamente para ayudarlo y evitar que se reproduzcan casos en el aula y el centro escolar.
  • Si es necesario, acudir a un especialista para que nos ayude tanto a la víctima como a la familia.

En los tres casos y cuando el acoso es grave, se puede denunciar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que el ciberacoso se considera un ciberdelito y tiene consecuencias legales.

Hay que tener en cuenta que, desde el punto de vista de la responsabilidad penal, los menores de 14 años son inimputables y por lo tanto exentos de responsabilidad penal. En este caso los padres serían responsables civiles de las acciones ejecutadas por sus hijos.

Cuando se trata de menores entre 14 y 18 años, ya se les puede exigir responsabilidad penal en virtud de la Ley Orgánica 5/2000 de Responsabilidad Penal del Menor.