¿Cualquier actividad puede ayudar a mejorar mi condición física?
A la hora de realizar una actividad física, lo más importante es que esta se adapte a los requerimientos específicos de cada persona y sea acorde con las indicaciones del médico.
En principio, cualquier grado o modalidad de ejercicio físico, siempre adaptado a cada persona, ejerce, sin ninguna duda, un efecto beneficioso para el organismo, ayudando a mantener nuestra salud y previniendo la aparición de enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes, entre otras muchas.
Todo programa de ejercicio físico, salvo cuando la persona presenta dificultades específicas (por ejemplo mala condición física, gran obesidad, problemas respiratorios, edad avanzada, etc.), debería constar de ejercicio aeróbico o al aire libre de carácter moderado (equivalente a caminar rápido) o más intenso, como correr, ir en bicicleta o nadar) 30 minutos al día, 5 días por semana ; o de más tiempo si se realiza menos días; de ejercicios de fuerza muscular (levantar pesas, hacer flexiones, abdominales…) al menos dos días por semana; de ejercicios de estiramiento y flexibilidad (pilates o yoga son buenas opciones) a fin de mantener los grupos musculares en buenas condiciones; y, finalmente, ejercicios de equilibrio postural (yoga), estos especialmente indicados en personas mayores ya que ayudan a mantener un buen tono muscular y evitar las caídas, tan frecuentes en este colectivo.
En general, en personas que no están acostumbradas a la realización de ejercicio físico, se recomienda comenzar de manera suave, para ir aumentando de manera gradual hasta conseguir la adaptación del organismo a este nuevo estilo de vida más saludable.