¿Cómo puedo detectar y prevenir el sobrepeso y la obesidad?
El sobrepeso y la obesidad constituyen un fenómeno creciente, hasta el punto de que ya se los considera la epidemia del siglo XXI. El tipo de alimentación, cada vez menos sana, con alimentos precocinados, de origen industrial, y la menor introducción de frutas y vegetales en la dieta, unido al mayor sedentarismo y escasa práctica de ejercicio y actividades al aire libre, contribuyen a un progresivo aumento de peso.
Para saber si tenemos sobrepeso u obesidad, debemos calcular nuestro índice de masa corporal, (IMC). Hay que dividir nuestro peso en Kilos entre la altura al cuadrado en metros. Sólo se considera exceso de peso o sobrepeso si se supera el límite de 25 kg/m2 en el IMC. Podemos considerar obesidad a partir de 30 kg/m2.
Es importante saber dónde se produce este acúmulo de grasa. La obesidad con acúmulo de grasa en la zona abdominal está asociada a la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El perímetro de la cintura en los hombres no debería superar los 102 cm y los 88 cm en las mujeres.
Las enfermedades más relacionadas con la obesidad son la diabetes, la hipertensión arterial, la arterosclerosis y algunos tipos de cáncer.
La pérdida de peso cuando se padece obesidad debe ser lenta y gradual. La dieta tiene que ser equilibrada, variada, con menor porcentaje de grasas y basada en la dieta mediterránea.
Los hidratos de carbono deben constituir al menos el 50% de la dieta; las proteínas, el 15-20%, y las grasas, menos del 30%.
Un mínimo de actividad física es imprescindible para conseguir una reducción de peso y para mantenerlo. Con la actividad física se consumen calorías, se adquiere agilidad, mejora la calidad de los movimientos, el humor y estado psíquico, además de eliminar el estrés y la ansiedad.
El tratamiento actual de la obesidad requiere un enfoque integral y una supervisión por el médico o el especialista, que será el encargado de controlar los avances y proporcionar el refuerzo positivo que requiere un esfuerzo de estas características. En general, es mejor huir de pastillas milagrosas y tratamientos muy agresivos.
Dr. Alfonso Pérez. CAPSE Hospital Clínico de Barcelona e ICE Salud