¿Qué debo hacer si mi coche no frena?
Es una de las situaciones que más nos preocupa al volante: ¿qué pasa si nos quedamos sin frenos? La clave está en reaccionar a tiempo. Tirar del freno de mano o apagar el motor son dos acciones peligrosas que pueden poner en riesgo nuestra seguridad. Abordamos qué hacer ante este imprevisto.
Es importante que revisemos con frecuencia los frenos y líquido de frenos del vehículo con el fin de evitar este tipo de situaciones. Es importante que si en algún momento los frenos dejan de funcionar no perdamos la calma y reaccionemos de manera correcta.
¿Cómo podemos saber que los frenos no funcionan? Si pidamos el pedal y éste se hunde hasta el fondo y, por supuesto, el coche no frena. Otra situación posible es que los frenos emitan un chirrido. En este caso notaremos vibraciones en el pedal y observaremos que el coche no frena. Otra opción es que el pedal de freno esté esponjoso y que tenga mucho recorrido. Veremos que el coche frena muy poco. Estas situaciones se pueden deber a pérdida del líquido de frenos, a que nuestro vehículo se ha quedado sin pastillas de freno, que el líquido de frenos se ha calentado de manera excesiva o que los frenos también se han calentado. Muchas de estas situaciones las evitaremos con revisiones periódicas y un control de nuestro vehículo.
En caso de que nos quedemos sin frenos, no pierdas los nervios. En primer lugar, avisa al resto de usuarios de tu situación con las luces de emergencia. A continuación, pisa el pedal del freno con pequeños toques por si volvieran a funcionar. Si no es así, te recomendamos que utilices el freno motor. De esta forma, el conductor puede seguir dirigiendo el vehículo con el volante.
¿Cómo utilizar el freno motor? Debemos ir metiendo marchas más bajas de manera escalonada: pisa el embrague y mete una marcha inferior a la que llevas. Así paulatinamente conseguiremos que el coche vaya frenando a través del freno motor. De quinta pasamos a cuarta. Después meteremos tercera, segunda y primera, una después de otra, para que el coche se vaya deteniendo.
Para tu vehículo a ser posible en una zona segura. Ponte el chaleco, coloca los triángulos y avisa para que vengan a buscar tu vehículo. No vuelvas a circular con él hasta que un profesional lo haya revisado y arreglado.
Recordamos que, aunque poco frecuentes, podemos encontrarnos en las carreteras una zona de frenado de emergencia. Suele venir señalizada con la señal S-16. Es una zona de escape de la calzada acondicionada para que un vehículo pueda ser detenido en caso de fallo de su sistema de frenado. La ‘arenilla’ que hay en su interior irá frenando nuestro vehículo hasta detenerlo.
Lo que nunca debemos hacer
Dos acciones peligrosas, en caso de que nuestro vehículo no frene, son tirar del freno de mano o parar el motor del vehículo de forma repentina. En el primer caso, las ruedas traseras se pueden bloquear, lo que hará que el coche empiece a culear de un lado a otro.
Si dirigimos el coche contra el arcén, mediana o guardarraíl podemos provocar que el coche choque, especialmente si va a altas velocidades y que termine dando vueltas de campana.
Si apagamos el motor inmediatamente, el volante se bloqueará, por lo que no podremos cambiar de dirección en caso de ser necesario. No podremos evitar a otros vehículos o usuarios, por lo que terminaremos chocando contra algún obstáculo.