¿Qué tengo que hacer para evitar que el coche se cale?
Vas circulando por ciudad y cedes el paso. De repente, quieres volver a salir, a circular, pero el coche se te cala y se te para. Tienes que volver a punto muerto y arrancar. Que el coche se te cale es algo muy común, especialmente cuando llevas mucho tiempo sin conducir, estrenas un automóvil nuevo o coges un coche al que no estás habituado.
El coche se nos cala cuando vamos a una marcha muy alta y a pocas revoluciones. En este caso, el régimen de vueltas es tan bajo que el coche se queda sin fuerza.
Es un hecho muy común que suele suceder, por ejemplo, en un ceda el paso, cuando queremos reanudar la marcha y vamos en segunda, cuando soltamos el embrague de golpe… ¿La solución? Saber conjugar a la perfección embrague, marcha y aceleración.
¿Cómo actuar?
En el caso de un ceda el paso, la solución pasa por bajar una marcha antes de reanudar la circulación, es decir, si vamos en segunda o tercera seguramente tengamos que bajar a primera, ya que el coche se nos habrá detenido demasiado. Debemos soltar el pedal del embrague a la vez que pisamos el acelerador. Si no hacemos bien este paso, se nos volverá a calar.
Poco a poco iremos sabiendo qué fuerza debemos darle al acelerador, si debemos pisar más o menos, si debemos hacerlo de forma más ligera, que el coche sea de gasolina o diésel también influirá en este paso.
Una fórmula es, antes de soltar el freno, ir levantando el pie del embrague hasta que se percibe que el embrague empieza a hacer fuerza hacia arriba. Si a pesar de todo, el coche se cala, pisa rápidamente el freno, pon punto muerto y vuelve a arrancar. Lo primordial es saber reaccionar a tiempo para evitar un posible accidente, especialmente en las cuestas.