Siempre hay algo que agradecer
Pon la atención en todo lo bueno que te rodea
Vivimos momentos en los que parece complicado agradecer algo, pero, si lo piensas, seguro que encuentras motivos. Por la noche, vuelve a recordar esas dos o tres cosas que te han ocurrido y por las que sientes agradecimiento: has recibido una llamada reconfortante, has compartido unas risas con unos amigos, estás bien de salud, has salido a comprar y no has encontrado a nadie haciendo cola… Cada pequeño detalle es importante si sirve para que pienses en positivo. Poner la atención en todo lo bueno que nos rodea nos relaja y no deja espacio para los pensamientos negativos.
Ser agradecido no sólo nos anima y nos hace conscientes de todo lo que nos da la vida sino que nos permite también ser más amables y empáticos con los demás y así mejorar nuestras relaciones.
Piensa en las personas que tienes cerca en estos días, dales las gracias, demuéstrales que valoras que estén ahí. Verás cómo las relaciones mejoran y se vuelven más agradables. Pero ten en cuenta que la gratitud no consiste en decir “Gracias” muchas veces. Se trata de una actitud interior que nos hace estar bien con nuestra vida, con nosotros mismos y con las personas que nos rodean.
Practica la gratitud. Sé agradecido con los demás. Verás que es altamente contagioso.