La familia a prueba
Manejar los conflictos, asignatura pendiente
La situación que estamos viviendo no es fácil para el equilibrio familiar: estamos obligados a quedarnos en casa, pasamos con nuestra familia más horas de lo habitual y ni siquiera tenemos la opción de salir para aliviar la tensión. En este escenario saber gestionar los conflictos para mantener una buena convivencia es prácticamente imprescindible.
Todos hemos discutido alguna vez con nuestros padres, hijos, hermanos o pareja. Es natural que se produzcan diferencias y tensiones en la familia, pero no siempre sabemos gestionarlas. Los conflictos forman parte de nuestro aprendizaje, y aprender a tratarlos mejora nuestra capacidad de relacionarnos.
Te damos unas sencillas pautas para que en estos días sepas cómo gestionar situaciones de conflicto para que las relaciones interfamiliares salgan reforzadas:
- Respeta. Nuestras palabras y nuestro tono genera emociones. Habla con cariño y cuidado a los demás.
- Transmite. Intenta hablar con tranquilidad cuando una situación te moleste. Explicando lo que te pasa, permites a los demás entender o respetar tu postura.
- Escucha y negocia. No adoptes posiciones inamovibles. Siempre hay más de una solución y es necesario ceder algo para llegar a acuerdos.
- Se flexible. Todos los miembros de tu familia están haciendo un gran esfuerzo, aunque sean diferentes y tengan puntos de vista distintos. Esa es vuestra riqueza.
- Comparte. Cuenta cómo te sientes, si tienes miedo o estás nervioso… compartir lo que nos preocupa nos ayuda a sentirnos mejor.
Consigue que la convivencia sea más fácil, pon en práctica estos consejos. Merece la pena. Y si te han sido útiles, compártelos.