Ahora vivimos en casa. ¿Cómo lo hacemos?

Una nueva rutina es la clave para estos días. El orden significa descanso mental, te lo aseguramos. Te ofrecemos algunas pautas que te ayudarán a mantener un sano equilibrio entre el tiempo que debes dedicar a ti mismo, a tu trabajo, a la familia y a lo social.

• Mantén unos horarios y un orden para las actividades que realices.
• Al levantarte, lávate, ponte ropa cómoda (te lo aseguramos, estar en pijama todo el día no ayuda) y arréglate como si fueras a salir. 
• Elije un lugar de tu casa para trabajar. Prepáralo, ambiéntalo, siéntete cómodo. Recuerda mantener una postura correcta para que tu espalda y articulaciones no se resientan. Levántate cada cierto tiempo.
• Camina todo lo que puedas mientras trabajas, al hablar por teléfono, al reflexionar. Muévete.
• Diferencia los tiempos de actividad y descanso, no los mezcles. Una vez que termines, si es posible, recoge tu material de trabajo o cierra esa habitación hasta que vuelvas. 
• Planifica las comidas con antelación para evitar platos insanos y picoteos por ansiedad. Mantén horarios para comer.
• Hacer una tabla de ejercicios cada día adecuada a tu capacidad física es beneficiosa. Las redes están llenas de opciones. Elige la que más encaje a tu capacidad.
• Busca un momento para la desconexión digital: lee, medita, dibuja, cocina… 
• Ten momentos de ocio en los que realices aquello que más te apetezca ese día. Recupera aficiones. Aprovecha las circunstancias.
• Asómate a la ventana, a la terraza, al balcón… respira, disfruta del sol o de la lluvia, de mirar el cielo o el paisaje… quizás hacía tiempo que no reparabas en ello.
• Busca y elige un momento del día para conocer la situación actual. La sobreinformación puede causar desinformación y generar ansiedad. 
• No abandones a los tuyos. Habla con tus amigos, familiares y personas a las que quieres. Igual hasta descubres nuevos sentimientos.
• Si tienes niños elabora un horario con las actividades que tienen que cumplir: estudio, entretenimiento, actividad física. Juega con ellos y responde a todas las dudas que se les puedan plantear con la mayor calma e información posible, adaptándola a su edad. Busca juegos y actividades que puedas realizar con ellos y que se sientan partícipes. Poner y quitar la mesa, estirar una cama. Que se sientan útiles, parte de las soluciones en este estado. Diles lo bien que lo están haciendo, lo orgullosa que estás de ellos.
• Paciencia y serenidad. Inhala por la nariz y cuenta 4. Aguanta la respiración durante siete segundos. Espira por la boca en 8 segundos.

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