Viajar con sillita en el autobús escolar
El autobús es un sistema de transporte por carretera de los más seguros que existen. Es entre 5 y 6 veces más seguro que viajar en coche, y a pesar de la espectacularidad de los accidentes de que se tienen noticia, que hacen que cunda cierta alarma social, la realidad es que no suele haber víctimas mortales. En 2015, los autobuses escolares se vieron implicados en 27 accidentes (14 en vías interurbanas y 13 en urbanas), en los que no falleció ninguna persona, aunque sí resultaron heridas nueve personas.
La mayoría de las lesiones que se producen en un incidente de autobús, sea escolar o no, se deben a la falta de uso del cinturón de seguridad. Desde 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención, y cada vez su uso es más habitual, aunque en servicios no escolares la tasa de uso es relativamente baja (en torno al 20% si no se realiza una alocución a los pasajeros recordando la obligatoriedad de uso).
En el caso de los niños, los autobuses escolares (2 MB) deben estar dotados de cinturones de seguridad y los profesores, monitores y conductores son los responsables de que los pequeños se abrochen el cinturón, así de que permanezcan sentados y sus asientos en posición correcta.
La normativa española no dice nada en relación a los niños menores de tres años, que son niños que todavía no están en edad escolar y para los que podemos encontrar otras soluciones de retención, tal y como explicamos en este artículo, mientras que para los niños en edad escolar, mayores de tres años, sí que existe una norma específica: el Reglamento General de Circulación indica que en los autobuses (vehículos destinados al transporte de pasajeros de más de 9 plazas) los niños de más de tres años de edad tienen que usar sistemas de retención homologados adaptados a su talla y peso. Cuando no se disponga de estos sistemas se utilizarán los cinturones de seguridad, siempre que sean adecuados a su talla y peso.
El uso de una sillita no está prohibido, ni es obligatorio. Simplemente, queda sujeto a la disponibilidad de una silla adecuada, que quepa bien en el asiento y no invada los asientos colindantes. Existe una silla homologada para su uso en autobús en Europa, para su instalación en algunas modelos de asientos de autobús (no es UNIVERSAL), y homologada para un Grupo II, lo que significa que està indicada para niños de 15 a 25 kilos. Además, es plegable y flexible y así se puede transportar con facilidad.