Todo empieza en la infancia
La pobreza infantil supone una pérdida de talento que lastra nuestro futuro como país
Acción Social
Las circunstancias en las que una persona nace y crece determina enormemente su futuro. En España más de un cuarto de sus niños y niñas nace, vive y se desarrolla en un círculo de pobreza. Una sociedad avanzada no puede tolerar esta cifra. Cambiar esta situación, ofrecer a estos niños la oportunidad de desarrollarse y de crecer sanos, seguros y felices es justicia social. Pero no solo, también es una muestra de inteligencia colectiva.
España es el tercer país de la Unión Europea en tasa de pobreza infantil, con 1 de cada 4 niños y niñas en riesgo de pobreza (2,3 millones). Para luchar contra estos datos intolerables, el Alto Comisionado contra la Pobreza ha puesto en marcha la Alianza País Pobreza Infantil Cero, una unión de más de 75 empresas, fundaciones, organizaciones del tercer sector y administraciones públicas, que nace con dos metas prioritarias: garantizar una educación inclusiva y de calidad y generar entornos saludables, positivos y seguros.
En Fundación MAPFRE sabemos que las condiciones en las que los niños nacen y crecen impactan en sus opciones de futuro pero, también, en el desarrollo de todo el país. Creemos que la pobreza infantil nos afecta a todos, de forma que todos debemos combatirla. Por eso, nos unimos a esta iniciativa gubernamental convencidos de que el trabajo en equipo de todos los actores sociales es la clave para erradicar esta situación de desigualdad.
Los retos son complejos pero vamos a dedicar todo nuestro esfuerzo para superarlos. Queremos ayudar a impulsar el logro educativo, a potenciar el talento, a romper la brecha digital, a garantizar una salud física, psicológica y social equilibrada, a promover un entorno seguro y protector y a fomentar la participación con equidad.
Para conseguirlo, la Alianza País Pobreza Infantil Cero plantea cuatro ejes de trabajo: la coordinación entre los actores de la alianza, la sensibilización social sobre este problema, la formación de calidad y la movilización de recursos públicos y privados.
Nuestro futuro como país depende del presente de la infancia, de las condiciones en que cada miembro de la sociedad puede crecer y evolucionar. La lucha para erradicar la pobreza infantil siempre ha sido importante pero hoy es urgente.