En tractor, mejor sin vuelcos

Los tractores son mucho más peligrosos de lo que puede parecer a primera vista, y las cifras de siniestralidad lo demuestran. En el decenio 2010-2020, 880 personas han perdido la vida en incidentes de tractor. El colectivo más castigado es el de hombres entre 76 y 80 años, y Galicia y Andalucía son las comunidades en las que más personas han fallecido.

Uno de los factores de riesgo suele ser la antigüedad de la maquinaria. En los cerca de 30.000 cambios de titularidad que se produjeron en 2018 en España, la mayoría tenía más de 20 años y casi un 30% más de 40 años.

¿Y cuál es el tipo de siniestro más común? Sin lugar a dudas, el vuelco. Salirse del camino o caerse por un terraplén están a la orden del día, y dado que estos siniestros se producen en general en zonas apartadas, las consecuencias suelen resultar fatales.

La buena noticia es que estos siniestros se pueden evitar. La primera medida a tomar es la renovación y modernización del parque de tractores. Pero, dado que el precio medio de un tractor nuevo supera los 50.000 euros, conseguirlo va a llevar su tiempo. Mientras tanto, además de la aprobación de planes Renove, también hay que fomentar la instalación de medidas de seguridad como los arcos y estructuras de protección en los tractores aún en funcionamiento que carezcan de ellas.

La tecnología también ha llegado a los tractores para mejorar la seguridad. Los “ADAS” de los tractores incluyen, entre otros, inclinómetros, sistemas telemáticos o inteligentes y arcos que se despliegan de modo automático.

Y no nos olvidemos de la formación. Mejorar los conocimientos de los trabajadores de este tipo de vehículos en Escuelas de Capacitación Agrícola, revertirá en la seguridad.

El objetivo de este estudio es contribuir a visibilizar esta problemática y demandar acciones y medidas que permitan alcanzar el Objetivo Cero en la siniestralidad mortal y grave en el campo.