Renovar la sillita y elegir la más adecuada según las necesidades
Sabemos que ha llegado la hora de cambiar a una nueva sillita cuando excede la altura o el peso máximo indicado para este SRI concretos. También tendremos que cambiar de sillita cuando se haya visto dañada por un accidente de tráfico o frenazo brusco o cuando por el paso del tiempo se haya visto deteriorada.
No todos los niños requieren de las mismas sillitas y el sistema de retención infantil que puede ser ideal para un conocido puede no serlo para tu hijo. De ahí la importancia de tener en cuenta una serie de factores.
1. Elegir qué homologación queremos: peso o altura
Por lo general, siempre tendremos que pasar a la sillita inmediatamente superior. En primer lugar debemos tener claro si queremos un sistema de retención infantil que esté homologado bajo la R44/04 o bajo la R-129 (i-Size).
En función de si la silla elegida esta homologada bajo el Reglamento 44/04 o Reglamento 129/03 el criterio a utilizar varia. Las primeras discriminan las sillas en función del peso, mientras que las segundas lo hacen en función de altura, que se considera un criterio más fiable. Por lo tanto, dado que el criterio más actualizado es el de la altura es el que deberemos utilizar., y en segundo lugar el peso.
Una vez sepamos la altura de la silla que necesitamos, debemos elegir si queremos una silla homologada según el R-129 o el reglamento 44.04 Como decíamos, el Reglamento 129 está sustituyendo al R44, además de ofrecer una mayor protección en impactos laterales, y unas medidas internas más acorde con los niños actuales, por lo que si se puede optar por una sillita homologada bajo esta homologación es una buena opción. Si optamos por una sillita que se guíe por peso (R44/04), es Importante saber que las sillas homologadas según el Reglamento 44/04 dejarán de comercializarse a partir de Setiembre de 2025 pero su uso continuará siendo válido.
Y por lo tanto podemos seguir utilizándolas sin problemas.
Por ejemplo, si tenemos un SRI del Grupo 0 o 0+ (de 0 a 13 kg de peso, aproximadamente hasta 1 año) tendremos que mirar sillitas del Grupo I, es decir, sistemas de retención infantil de 9 a 18 kg de peso, aproximadamente desde los 8 meses hasta los 3 ó 4 años de edad) o sillitas evolutivas, es decir, que pueden usarse en los Grupos 1, 2 y 3. Si queremos una sillita bajo la R-129, tendremos que mirar un SRI de 61 cm a 105 cm.
2. Sistema ISOFIX o cinturón de seguridad
También debemos tener en cuenta si queremos que la sillita vaya sujeta con sistema ISOFIX o con el cinturón de seguridad. También hay un sistema combinado de ambos para las sillitas más grandes.
Por un lado, debemos mirar que nuestro vehículo cuenta efectivamente con los anclajes ISOFIX. Podemos leerlo en la ficha del automóvil o buscando directamente el logo o la palabra ‘ISOFIX’ dentro del vehículo.
A continuación, tendremos que elegir un SRI con ISOFIX que efectivamente pueda instalarse en el coche. Podemos encontrarnos con sillitas que se pueden instalar en todos los vehículos (universales ISOFIX, isize) o, por el contrario, que sólo se pueden anclar en unos específicos (semi-universales, specific vehicle).
Las sillas con anclajes ISOFIX siempre deben disponer de un sistema antirotacional, bien sea una tapa de apoyo, o una cinta (top tether) que evite la rotación del sistema en caso de impacto frontal.
Además, es muy recomendable que la silla disponga de un sistema anti-retorno, ya sea mediante una barra en contacto con el respaldo del asiento del coche, o sistemas de correas inferiores (lower tether) que controlen el rebote del la silla o el movimiento en caso de colisión por alcance, principalmente cuando las sillas van mirando hacia atrás.
Si optamos por una sillita con cinturón de seguridad, es muy importante seguir todos y cada uno de los pasos para no cometer errores en su instalación. La mejor opción es acudir a una tienda especializada donde te permitan probar la sillita y te ofrezcan pautas para hacerlo correctamente.
3. Comodidad del menor
La comodidad es un factor determinante en la compra de un SRI. Podemos diferenciar la comodidad en 2 partes diferenciadas. La comodidad en la colocación del niño, y la comodidad propia de la silla con respecto al niño.
En la primera parte, debemos pensar que colocaremos el niño en la silla cada día, y que debe ser sencillo y cómodo colocarlos en la silla. Que la silla sea rotatoria nos ayudará a la colocación del niño, y también al tensado de los arneses. También reduce sensiblemente la fuerza que necesitamos hacer para colocar al niño en la silla. Por el contrario, este tipo de sillas acostumbran a ser son más caras.
Respecto a la segunda parte es de suma importancia también. El niño va a pasar muchas horas sentado en la sillita y es fundamental que viaje cómodo. Cuando probemos la sillita en la tienda, colocaremos al niño y veremos si efectivamente ofrece una postura correcta, si el asiento no interfiere a la hora de ponerlo más o menos erguido, si la reclinación del SRI nos asegura que cuando el niño se duerma, la cabeza no cae hacia delante, si la sillita cuenta con reductor en el caso de los niños más pequeños, si los cojines son acolchados, si cuenta con fundas especiales para verano, si el elevador es con respaldo (4 MB)…