¿Para qué sirve el reductor en las sillitas de coche específicas para bebés?
Hay dos formas de proteger a los bebés cuando van en coche. Una de ellas es con un SRI del Grupo 0 (de 0 a 10 kg), es decir, capazos o cucos adaptados para el recién nacido. Otra forma es acudir directamente a un SRI del Grupo 0+, de 0 a 13 kg, las sillitas para bebé, también conocidas como ‘maxi-cosi’. Los capazos y cucos suelen ser recomendados para niños con necesidad especiales debido a su posición.
En los capazos y cucos el bebé suele ir menos sujeto, aunque actualmente existen dispositivos especialmente diseñados para evitar que esto ocurra. En este caso, el bebé viaja tumbado.
Por el contrario, en el segundo caso, el ‘maxi-cosi’ permite colocar al niño marcha atrás durante más tiempo. Además, suele contar con los conocidos cojines reductores, que ofrecen al bebé una mayor ergonomía y sujeción en la sillita. Podéis encontrar aquí toda la información sobre los distintos grupos.
Actualmente podemos encontrarnos con cojines reductores específicos (son los que se venden para cada sillita de coche) y genéricos (se pueden utilizar indistintamente e incluso pueden estar diseñados para ser utilizados en más de uno: en balancines, tumbonas, capazos, sillas de coche…).
Se recomienda optar por un cojín reductor específico para nuestro SRI, ya que se adaptará mejor y lo notaremos en la sujeción y comodidad del menor. Además, con la inclusión del impacto lateral en el Reglamento 129, el cojín reductor es parte importante de la abosrción de energia del impacto en caso de accidente, por lo que optar por cojines reductores diferentes a los aportados en la silla de ninos puede resultar inseguro.
Estos reductores suelen venir incorporados cuando adquirimos un SRI para bebés. Suele tratarse de un cojín extraíble cuya función principal es asegurar una correcta postura del bebé y su comodidad. Y es que incluso la sillita más pequeña es demasiado grande para un recién nacido.
Además, muchos de estos cojines suelen contar con un reposacabezas ergonómico y suelen regular la temperatura. Lo normal es que se puedan extraer para limpiarlos y retirarlos cuando ya no sean necesarios.
En la mayoría de los casos, estos cojines sólo se utilizan en los primeros meses de vida del niño, ya que en cuanto crezca, alcanzará el tamaño necesario para encajar a la perfección en el SRI.
Al respecto, recomendamos seguir las indicaciones del fabricante, quienes nos indicarán a partir de qué momento el niño puede viajar sin necesidad de esta reducción. Lo normal es que lo necesiten durante los 3 y 6 primeros meses, momento en el que el cuello del bebé comienza a fortalecerse. Suele ser a partir del medio año cuando el niño comience a permanecer sentado. En todo caso, todo dependerá del crecimiento del niño. Notarás que puede haber llegado el momento de retirárselo cuando el bebé comience a estar incómodo.
Por último, queremos hacer hincapié en la importancia de viajar con los niños mirando hacia atrás el mayor tiempo posible, especialmente hasta que cumplan 15 meses. En Fundación MAPFRE recomendamos incluso que así se haga hasta los 4 años de edad.
Los bebés deben viajar siempre en portabebés de seguridad homologados. La inclinación no debe ser demasiado inclinada ni demasiado tumbada. Lo ideal es una posición intermedia. El cojín también contribuye aquí a la mayor sujeción del niño.
Recomendamos ‘Cómo transportar en el coche a un recién nacido’ y la guía ‘Guía ‘Bebés y niños seguros en el coche. Sillas para automóviles’, difundida por la Federación de Asociaciones de Matronas de España y Fundación MAPFRE.