¿Qué no debo hacer nunca al volante si estoy embarazada?
Estar embarazada es un paso muy importante y la protección debe comenzar desde el primer momento. Pensar que el cinturón de seguridad puede hacer daño al bebé es un error común pero debemos colocarlo de manera correcta, algo que también es muy importante y que se puede hacer mal. En este artículo abordamos aquello que nunca debemos hacer si estamos en estado de gestación durante la conducción.
En la Guía ‘Bebés y niños seguros en el coche. Sillas para automóviles’, realizada por Fundación MAPFRE y la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) encontraréis información y consejos para el momento del embarazo y, sobre todo, para después. Se ofrecen recomendaciones sobre cómo transportar de forma segura al recién nacido, cómo viajar con niños de 12 meses a los 4 años, cómo hacerlo a partir de 4 años y el paso al cinturón de seguridad.
10 cosas que ‘no’ debes hacer al volante embarazada
- Ir sin cinturón de seguridad o colocarlo mal. Utilizar este importante sistema de seguridad es la mejor manera de proteger a la madre y al bebé. La banda inferior del cinturón debe colocarse por debajo del vientre y justo encima de los huesos de la pelvis. Por otro lado, la banda superior debe pasar por encima de la zona media del esternón y de la clavícula, sin quedar demasiado cerca del cuello. Es importante que la banda superior no quede nunca sobre la barriga o sobre uno de los senos, ni por debajo del brazo o la axila.
- No seguir las indicaciones del médico o la matrona. En general, en seguro conducir durante la mayor parte del tiempo. Sin embargo, si el especialista o la matrona nos desaconsejan seguir poniéndonos al volante por algún motivo, sobre todo si es de carácter médico, debemos hacerles caso. Y es que el cuerpo de la mujer pasa por muchas fases y cambios y algunos de ellos pueden influir en nuestra capacidad para seguir conduciendo. En todo caso, se recomienda no conducir durante las últimas semanas del embarazo.
- Seguir conduciendo a pesar de que el vientre está demasiado cerca del volante. Se recomienda dejar de conducir en el momento en que el volante queda demasiado cerca del vientre, y por lo tanto, del bebé (20 cm aproximadamente).
- Otra cosa que no debemos hacer al volante si estamos embarazada, es no descansar lo suficiente o realizar labores inapropiadas que supongan esfuerzo. Es conveniente aumentar el número de paradas para poder estirar las piernas y caminar y, por supuesto, debemos evitar todo aquello que suponga hacer un esfuerzo como puede ser cambiar una rueda o cargar con maletas.
- No adaptar el asiento y volante a nuestras nuevas necesidades. Nuestra situación ha cambiado y, por ello, también debemos modificar la altura y posición del asiento. Debemos aumentar la distancia entre el asiento y el volante o el salpicadero en la medida de lo posible (no es necesario desactivar el airbag) y asegurarnos de que el reposacabezas del asiento está bien situado a la altura correcta, protegiendo así cuello y cabeza. No olvides adaptar los retrovisores si hemos movido el asiento. También tenemos que ajustar el volante en altura y posición. Hay que dirigirlo hacia el pecho, nunca hacia la cabeza ni el abdomen. Además, debemos procurar que el asiento esté en posición vertical.
- No contar con comida o bebida en el coche. Es importante que la mujer embarazada pueda cubrir todas sus necesidades. Es preciso llevar agua en los viajes para hidratarse y galletas o zumos para evitar náuseas.
- Puede que el médico especialista desaconseje la utilización del cinturón de seguridad por temas de salud. En este caso, algo que no debemos hacer es hacer caso omiso a sus indicaciones. Por este motivo, una buena idea es plantearse en la medida de lo posible la conveniencia de efectuar desplazamientos en coche y, en todo caso, limitarlos en la medida de lo posible.
- Otro error común es utilizar cojines o almohadas sobre el asiento, así como utilizar pinzas para el cinturón. Debe eliminarse en la medida de la posible cualquier holgura en la cinta del cinturón y evitar todo aquello que pueda afectar a su funcionamiento.
- No acudir al especialista en caso de colisiones leves también es un error. Aunque se trata de una colisión aparentemente sin importancia, es importante acudir al médico al especialista para comprobar que todo está bien.
- Por supuesto, algo que no podemos obviar es cómo vamos a trasladar al bebé una vez demos a luz, es decir, en la salida del hospital y posteriormente. Debemos tener en cuenta que el recién nacido debe ir en su correspondiente sistema de retención infantil desde el primer momento en que es trasladado en un vehículo.