Te contamos los puntos básicos para la seguridad vial de tus hijos

Queremos ayudarte a mejorar para aumentar la seguridad de los más pequeños. Para ello, nos vamos a centrar solamente en tres puntos básicos que debemos tener siempre en cuenta.

1. Sistema de retención no adecuado. Un importante porcentaje de las deficiencias corresponde a la utilización de sistemas de retención no adecuados a los usuarios. Las recomendaciones son sencillas: el etiquetado del sistema de retención infantil nos dirá las medidas y el peso máximo de utilización del sistema, así como el sentido de la marcha en el que debemos colocarlo. Simplemente hay que seguir escrupulosamente esas indicaciones.

   Dentro de este apartado también podemos incluir el uso de sistemas de retención hacia delante demasiado pronto, o el no uso de alzadores en niños de menos de 135 cm de altura.

2. Sistema de retención infantil mal instalado. Instalar un sistema de retención infantil no es tarea fácil. A pesar de que en los últimos años el proceso se ha facilitado bastante gracias al sistema ISOFIX, instalar mal la sillita continúa siendo uno de los errores más frecuentes.

   Además de las instrucciones y del etiquetado en la propia silla, todas las marcas están incorporando códigos QR que enlazan a páginas web para poder ver la manera correcta de instalar la silla. Generalmente son videos cortos, que ofrecen toda la información necesaria para la correcta instalación.

   Hay que recordar también que la revisión de los puntos de sujeción cada poco tiempo es importante y necesaria, ya que con el paso del tiempo y los movimientos derivados de la conducción se pueden aflojar y destensar. Una pequeña inspección cada vez que coloquemos al menor nos “robará” sólo unos pocos segundos y nos garantizará que todo está correcto.

3. Circular sin la tensión correcta. La tercera pata de la seguridad infantil es cómo colocamos a los niños en el dispositivo. Ya sea tanto con arnés como con cinturón de seguridad, debemos asegurar que la altura es la correcta y que la tensión es la adecuada, sin holguras, cintas retorcidas, o bloqueos. Un arnés o un cinturón de seguridad mal posicionado o con holguras no es efectivo, por lo que debemos tensarlo adecuadamente.

Se podría hacer una lista mucho más larga de malos usos, pero es tal la importancia de estos tres puntos básicos, demostrada en todos los informes y estadísticas de sistemas mal instalados, que vale la pena centrarnos solo en ellos. La recomendación es que siempre nos aseguremos de que los niños viajen en la silla adecuada, de la forma adecuada y con los arneses o cinturones correctamente tensados. Así estaremos mejorando de manera importante la seguridad de nuestros hijos.