La posición del asiento delantero. Cuestión de seguridad
Dónde coloquemos el asiento delantero influye en la seguridad de los menores
Seguridad Vial
Recientemente se ha publicado un estudio presentado en Suecia sobre el efecto de la posición de los asientos delanteros sobre las sillas a contramarcha. Sin contradecir lo que dice el manual del usuario de cada silla de niños, que debemos respetar, el estudio es muy interesante ya que valora la interacción del asiento delantero con la silla de niños y como esto puede mejorar o empeorar la seguridad del menor.
Las conclusiones del estudio no indican cuál es la posición mejor del asiento respecto a la silla de niños ya que, en función de los actores, la silla de niños y el asiento, los resultados son diferentes. El estudio se ha hecho con sillas de varios modelos y con diferentes posiciones del asiento delantero: separados unos 50 mm, en contacto y con presión del asiento contra la sillita.
En este último caso, el estudio sí es concluyente: el contacto de la cabeza del menor con el asiento es muy probable, por lo que esta sí sería una posición desaconsejada.
Lo que nos hace ver este estudio es que el lugar en el que coloquemos el asiento delantero influye en la seguridad de los menores, ya que el entorno cercano de la silla de niños puede interactuar con ella en caso de colisión.
Esto cobra mayor importancia, si cabe, en las sillas que van mirando hacia delante; aquí sí que la recomendación es clara: el asiento delantero debemos estar colocado lo más alejado posible de la cabeza del menor y, como mínimo, a 450mm desde la parte delantera de la cara del menor. Este simple gesto hará que en caso de colisión la cabeza no impacte con el asiento delantero, y así minimizaremos el riesgo de lesión en cabeza, la más grave de las lesiones que podemos tener en un incidente.
En conclusión, a la hora de colocar el asiento delantero debemos tener en cuenta que, si no hay ocupante en la plaza delantera, este deberá ir lo más adelantado posible y con el respaldo en posición vertical, mientras que si hay un ocupante en esa plaza, la posición del asiento debe ser tal que el pasajero copiloto no toque con las piernas el tablero pero el ángulo de reclinado del respaldo sea lo más vertical posible; siempre sin ser que llegue a ser incómodo para el pasajero.
Además, es importante entender que el entorno interactúa con los ocupantes en caso de colisión y, por lo tanto, no debemos colocar objetos que puedan salir proyectados en el asiento ni en la banqueta trasera. En caso de colisión aparecerá el llamado “efecto elefante”, que no es otra cosa que la aplicación de la segunda ley de Newton que afirma que un objeto de una masa determinada sometida a una deceleración impactará con una fuerza resultado del producto de esa masa por la deceleración. De ahí que popularmente se diga que en caso de una colisión pesamos 2500 kgf, o un libro que pesa 500 g, acaba pesando 20 kgf.
Ni nuestro cuerpo ni ningún objeto modifica la masa, pero la fuerza ejercida equivaldría a la que correspondería si pesáramos esa cifra, por ello, es importante que nada en el coche pueda golpearlos en caso de colisión.