Portabebés ¿con o sin reclinación?
Ventajas e inconvenientes de estos sistemas de retención infantil
Seguridad Vial
El uso de portabebés que ofrecen la posibilidad de reclinar el respaldo es ya más que una moda y, por lo tanto, creemos que es interesante dedicarle un artículo para ver las ventajas e inconvenientes de estos sistemas con esta característica (posibilidad de reclinar el respaldo) y tener más elementos de juicio a la hora de tomar la decisión de comprar un sistema de retención infantil (SRI).
Nos vamos a centrar en 4 aspectos importantes, la seguridad, el confort, el espacio interior y la usabilidad.
Hace ya unos cuantos años que la Asociación Americana de Pediatría marcó las pautas de reclinación en los productos que se venden en EE.UU. Allí ningún producto puede estar por debajo de los 45º de inclinación. Las razones para ello radican en dos puntos. En primer lugar, si la inclinación es menor de esos 45º existe un riesgo de impacto de la cabeza del niño con el asiento delantero. En segundo lugar, las fuerzas que recibe el cuello aumentan proporcionalmente a la inclinación del bebé, por lo que la reducción del ángulo del respaldo a menos de 45º no es recomendable.
Este mantra de los 45º se ha ido repitiendo desde el inicio de los años 2000, como un principio general y, como todo en la vida, el contexto es importante, y, en este caso, muy importante. Los portabebés en EEUU no van fijados con sistemas ISOFIX. En general utilizan cinturón de dos puntos, o un sistema que se llama LACTCH system, que es un ISOFIX no rígido. Estos sistemas hacen que la silla tenga una tendencia al giro muy notable en caso de frenazo brusco o colisión y, por lo tanto, aumenten los riesgos de impacto de la cabeza con el asiento delantero.
Ahora vayamos a Europa. Los productos que ofrecen la posibilidad de reclinación de respaldo son sistemas que van anclados a una base ISOFIX con pata de apoyo. Este sistema se comporta prácticamente de manera rígida en caso de impacto y el cambio de ángulo del respaldo es mínimo, por lo que, aunque el ángulo de reclinación efectivo aumente, durante el impacto ese ángulo no varía y, por lo tanto, acaba siendo menor que en los sistemas americanos, motivo de la recomendación de los 45º.
Las conclusiones con respecto de la seguridad de estos productos es clara. Se trata de productos homologados y la opción de tener reclinación en el respaldo no implica una reducción de seguridad respecto a los sistemas tradicionales con cinturones de seguridad.
La gran baza de estos dispositivos es el confort del niño. Los que somos padres sabemos que el equilibrio entre la reclinación del portabebés y el hecho de conseguir evitar que la cabeza del bebé caiga hacia adelante es complicada. Con estos sistemas podemos aumentar la inclinación de la cabeza del bebé para asegurar que la cabeza no cae hacia delante, es decir, sus ventajas en este apartado son claras.
Además, los bebés van en una posición más plana y, por lo tanto, mejoran su confort, ayudando a que tengan una mejor respiración sin opresión de los pulmones, como puede pasar en los portabebés tradicionales.
En espacio interior es donde tenemos el mayor contratiempo. En hecho de tener la posibilidad de reclinar el respaldo implica que el portabebés ocupa más espacio en el interior del vehículo y por lo tanto puede ser un problema en vehículos pequeños, cosa que deberemos tener en cuanta antes de su adquisición. Antes de la compra de una silla de niños recomendamos la lectura de este artículo.
Por último, hay que hablar de la usabilidad. El uso del portabebés fuera del coche esta limitado dado que el confort del bebé no es muy bueno, habiendo riesgos para el bebé con usos prolongados. Los sistemas con capacidad de reclinado del respaldo reducen estos riesgos, y por lo tanto es un sistema más aprovechable en su uso fuera del vehículo.
En nuestra opinión estos dispositivos tienen más ventajas que desventajas, y por eso los fabricantes están apostando cada vez más por estos dispositivos.