¿Por qué las sillas del grupo 2/3 no llevan arnés si es más seguro?
Desde que nacen los más pequeños van en sistemas de retención infantil sujetos con arneses de 5 puntos hasta que llega el momento de pasar a sillitas de los grupos II y III, o 100 cm a 150 cm si la silla de ninos está homologada bajo el nuevo regñamento 129 ¿Cuál es el motivo de este cambio? ¿Es realmente el arnés más seguro que el cinturón de seguridad?
Las sillas del Grupo I se pueden utilizar hasta los 15 ó 18 kilos, o 105 cm de altura. A partir de entonces, el niño debe comenzar a utilizar un sistema de retención infantil del Grupo II (de 15 a 25 kg) y posteriormente del Grupo III (de 22 a 36 kg).
Las sillas de los Grupos 0+ y Grupo I suelen sujetar al menor con un arnés de tres o cinco puntos mientras que las sillitas de los Grupos II y III se sujeta al niño con el cinturón de seguridad. Podemos decir entonces que a partir de los 15 kilos el niño pasa a estar sujeto de forma diferente.
Efectivamente los sistemas de sujeción más eficaces son los de cinco puntos. De ahí que sea el sistema elegido para los vehículos de competición. El motivo es que retiene mucho más el cuerpo ante una colisión y en cualquier dirección: evita que el cuerpo salga hacia arriba, evita el desplazamiento lateral y que el menor vaya hacia abajo. De hecho, previene el conocido efecto submarino y reparte la carga del impacto entre ambos hombros, cadera y pelvis. Por lo tanto, son especialmente eficaces para la prevención de lesiones abdominales.
Por el contrario, el cinturón de seguridad de 3 puntos es también seguro pero en menor medida que el anclaje de 5 puntos. Entonces, ¿por qué el resto de sillitas no van también con este tipo de arnés? La explicación reside en que a medida que el niño pesa más, el arnés debe realizar un mayor esfuerzo para retenerle y, por lo tanto, el respaldo que sujeta al menor debe ser más resistente.
Se considera que a partir de los 15 kg el cuerpo de un niño está lo suficientemente preparado para soportar la fuerza de un cinturón de seguridad. Sin embargo, debido a que los cinturones de los coches actuales están diseñados para adultos, los más pequeños necesitan una ayuda para que éste les quede correctamente sujeto: sillas de los Grupos II y III. Por el contrario, el arnés de las sillitas del Grupo I no lo están aunque sea la mejor opción.
Esto no quiere decir que sujetar a un niño en una sillita con cinturón de seguridad sea inseguro. Llevar a un menor con sistema de retención infantil adecuado a su talla y peso es siempre la mejor opción. Si bien conviene retrasar en la medida de lo posible el paso a la sillita del Grupo II (siempre que no se sobrepase el peso y la altura indicada por el fabricante), también es perjudicial llevar a un niño en una sillita que no le corresponde y que le queda pequeña, ya que no estará -suficientemente protegido ante un impacto.
Si colocamos a un niño en una sillita que le queda excesivamente grande, por ejemplo, en un Grupo 2 antes de los 15 kg, nos encontraremos con que el cuerpo del niño no está preparado para soportar la fuerza que puede ejercer el cinturón en caso de accidente. Además, éste no quedará sujeto de forma adecuada ya que seguramente por la altura del niño no quede colocado donde debe, pudiendo causarle lesiones. A parte de esto, debemos tener en cuenta la mayor seguridad que aporta la sujeción con arnés. Esto mismo ocurre al revés, si el niño pesa más de 18 kg y sigue viajando en una sillita del Grupo I. En este caso nos encontraremos con que el arnés no está preparado para sujetar este peso.
Tanto con arnés como con cinturón, correctamente sujetos
En este sentido, hay que tener en cuenta que tanto para que uno y otro sean completamente seguros deben ir correctamente abrochados. Recordamos que un arnés apretado es un arnés seguro.
Respecto al cinturón de seguridad, hay que sujetar al niño e instalar la sillita siguiendo las indicaciones del fabricante.
Recuerda que debemos pasar el cinturón por aquellos puntos o guías que nos indique el fabricante (suelen ir resaltados en color) y hacer que el cinturón de seguridad quede correctamente colocado. La banda superior no debe quedar demasiado pegada al cuello y la banda inferior debe pasar por los huesos de la pelvis, no por el estómago. De esta forma, evitaremos posibles lesiones, especialmente abdominales.
Evita en todo momento sujetar al niño con el abrigo puesto, ya que nos dará una falsa sensación de sujeción.
Un cuarto punto de anclaje en el cinturón
Conscientes de la importancia del arnés y ante la necesidad de ofrecer la mayor seguridad posible, recientemente hemos hablado de Secureguard, un cuarto punto de anclaje.
Se ofrece así a los sistemas de retención infantil del Grupo 2 y 3 un arnés de entrepierna que actúa a modo de cuarto punto de anclaje para el cinturón de seguridad. De esta forma, evita que el tramo abdominal pueda desviarse del recorrido correcto manteniéndolo en su lugar. Contribuye a reducir las fuerzas que se aplican al abdomen en caso de colisión.
De la misma manera que con los arneses de cinco puntos, esta pieza central elimina el efecto submarino y evita el desplazamiento del cinturón a la barriga, manteniéndolo en la zona baja del abdomen.