¿Por qué los autobuses no llevan sistemas de retención infantil?
No cabe ya la duda: el cinturón de seguridad salva vidas, evita que nos golpeemos violentamente o incluso que salgamos despedidos del vehículo.
Y de la misma manera para los niños existe una clase de cinturón de seguridad especial, adaptado a tu talla y características: es lo que llamamos de manera genérica sistemas de retención infantil, las sillas que cuentan con sus arneses o sistemas similares para sujetar al niño, para tal y como hace el cinturón, evitar males mayores en caso de accidente.
Desde octubre de 2007 es obligatorio que los autobuses nuevos que se matriculan lleven cinturón de seguridad en todos los asientos, y de llevarlo, el propio reglamento general de circulación nos recuerda que es obligatorio utilizarlo, también los niños a partir de 3 años de edad.
Ahora bien, como por cuestiones económicas no se pueden renovar todos los autobuses de una compañía de un día para otro, y muchas veces no es posible incorporar cinturones de seguridad a un autobús que ya se ha fabricado, la ley no obliga a instalarlos y se establece un período de transición: si el autobús no tiene una antigüedad de más de 10 años podrá seguir en servicio aunque no tenga cinturones. Para fomentar esta renovación de la flota, incluso se está pensando en incentivar con un límite de velocidad mayor y equiparable al de los automóviles en las vías convencionales.
De hecho el período puede ser incluso algo más largo, basta recordar el reglamento sobre transporte escolar: si el autobús se matriculó antes de la entrada en vigor de la obligación y ya venía utilizándose para el transporte escolar, podrá seguir utilizándose hasta con una antigüedad de 16 años. Es decir, que podemos encontrarnos autobuses sin cinturón de seguridad hasta el año 2023.
De la misma manera sucede con los sistemas de retención infantil, la ley no obliga a que los autobuses lleven sillas infantiles, entendiendo que resultaría muy complejo para las compañías que prestan el servicio disponer de diferentes sillas, para diferentes edades, en todos los autobuses, sin la certeza de cuántas unidades llevar, y teniendo que montarlas y desmontarlas.
De esta manera el que un autobús tenga sistemas de retención infantil es voluntario. Algunas compañías pueden facilitar una silla infantil si se solicita por adelantado. Depende también de ellas si cobran o no un suplemento por la silla, aunque no suele ser la norma.
Y siempre queda la opción de que los padres lleven su propia silla infantil y se ocupen de instalarla en el asiento, claro está, siempre que sea compatible con un asiento de autobús y se pueda montar y sujetar correctamente tal y como hemos visto hace unos días.