¡Hay que tomar medidas urgentes!

La Unión Europea se encuentra ante la urgente necesidad de mejorar la seguridad en las carreteras para los usuarios vulnerables, ciclistas y peatones, teniendo en cuenta en particular a los mayores y a los niños. Esta es la contundente conclusión del informe ¿Es seguro caminar y montar en bicicleta en Europa? que ha revelado que al menos 51.300 peatones y 19.450 ciclistas han fallecido en las carreteras europeas entre 2010 y 2018. De ellos, la mitad eran mayores de 65 años, un colectivo más frágil y con menos capacidad para recuperarse de lesiones graves.

Aunque se podría pensar que las elevadas cifras de fallecidos en bicicleta podrían ser en parte explicadas por el uso creciente de este medio de transporte en muchos países, el estudio considera que también son la prueba del fracaso de la UE, de algunos gobiernos, de las autoridades locales y de los fabricantes de coches, ante la toma de medidas para la protección de los usuarios más vulnerables de las vías publicas. Y lo mismo ocurre en el caso de los peatones.

Para revertir esta situación es necesario poner el foco en las políticas que están funcionando ya en algunos países y que, en general, son las que combinan infraestructuras más seguras, límites de velocidad, usuarios comprometidos con la seguridad y una respuesta de calidad de los servicios de emergencia.

Pero implementar todas estas medidas no va a ser suficiente si no se cambia el diseño de los espacios urbanos. Limitar la velocidad dentro de las ciudades, la creación de carriles diferenciados y separados, el establecimiento de un sistema de cruces seguro o la peatonalización de las calles con colegios son algunas de las medidas que se pueden tomar.