Me voy de viaje. ¿Me puedo llevar mi silla de niños?
La respuesta dependerá del país al que nos dirigimos
Seguridad Vial
Lamentablemente, no existe una normativa común para la homologación de los sistemas de retención infantiles en todo el mundo, por lo que el uso de nuestro sistema de retención dependerá del país al que nos dirigimos. Vamos a concretar un poco más.
Si viajamos a cualquier país europeo, el uso de sillas de niños está amparado por una Directiva europea y, por lo tanto, todos los países europeos deben emplear el mismo criterio. Nuestra silla de niños es utilizable en cualquier país de la Unión Europea y, en general, en los países que tienen acuerdos con Europa, como Suiza, Israel, Serbia, Ucrania o Rusia.
Si, en cambio, viajamos a Norteamérica, nuestra silla no será válida ya que allí aplican una normativa de certificación diferente, llamada FMVSS213 y es obligatorio usar una silla de ese tipo. Esto sería igual en EE. UU. y Canadá.
Sin embargo, en México no tendremos ningún problema para usar nuestra silla. E igual pasa en países como Paraguay, Costa Rica o Argentina.
Otros países como Chile, no tienen una normativa propia, tienen mecanismos de certificación de las sillas de niños y eso significa que no podríamos utilizar nuestra silla.
Si nuestro viaje es hacia países asiáticos, en general se aceptan las sillas europeas, a excepción de China, que tiene su propia certificación de sillas de niños.
Por último, Australia y Nueva Zelanda también disponen de una normativa propia de certificación de sillas, sensiblemente diferente a la normativa americana y europea y, por lo tanto, nuestra silla de niños tampoco sería aceptada.
Hay que tener en cuenta que las sillas de niños se deben instalar en los coches y dado que no hay una normalización mundial sobre los coches ni un criterio común en cuanto a la seguridad, cada área aplica los conceptos desarrollados que consideran más oportunos para reducir la siniestralidad y las lesiones en caso de colisión. En muchos casos, estas medidas no se alinean en la misma dirección, haciendo que un producto como una silla de niños sea bastante diferente en función del área del mundo donde se comercialice.
Como última recomendación, lo mejor es preguntar al consulado o embajada del país que visitemos para asegurarnos de que nuestro producto es válido.