La ley de Murphy
También presente en el diseño defensivo de las sillas de niños
Seguridad Vial
Entre los años 40 y 50 del pasado siglo, un coronel de las USAF llamado John Paul Stapp fue el encargado de investigar los efectos de la aceleración en los pilotos del ejercito del aire de los Estados Unidos. En estos experimentos, en los que él mismo se ponía como dummy, alcanzó aceleraciones de cerca de 40g’s, y se desarrollaron los primeros mecanismos para calcular deceleraciones, esfuerzos y tensiones derivadas de un impacto.
Durante la presentación de los trabajos de biomecánica de impacto, Stapp fue preguntado por qué razón nadie había resultado herido de consideración en estos ensayos de experimentación y su respuesta fue que habían aplicado la ley de Murphy. Esa fue la primera vez que se mencionó esta ley en público.
Edward Murphy era un ingeniero del equipo de Stapp que postuló que “si algo puede salir mal, saldrá mal”. En los ensayos del capitán Stapp se tuvieron en cuenta todas las cosas que podían fallar, trabajando en soluciones concretas a cada una de ellas, para que, en caso de que algo saliera mal, las consecuencias fueran asumibles.
Como vemos, en contra de lo que podemos pensar, la ley de Murphy no se utilizó en un inicio como una frase que confirma hechos consumados, sino para la aplicación de lo que se conoce como diseño defensivo.
El diseño defensivo es aquel que tiene en cuenta todas las variables posibles de lo que puede fallar, para que después nada falle. Hoy, la teoría del diseño defensivo se continúa aplicando y se pone en valor, de manera especial, en productos destinados a salvar vidas.
Los ingenieros encargados de desarrollar sillas de niños, como colegas del ingeniero Murphy, aplican en el desarrollo de las sillas de niños todas las variables posibles tanto en los ensayos como en la tipología de accidentes para garantizar que las sillas de niños en caso de colisión no fallen, porque ese fallo ya ha sido contemplado.
De este modo, se llegan a hacer ensayos con más carga de la permitida, ensayos sin sistema anti rotacional o ensayos con muestras acondicionadas térmicamente.
Es evidente que el resultado más eficiente del producto aparece cuando todos los elementos de protección, fijación y absorción trabajan de la manera en que han sido diseñados y, por lo tanto, la instalación de la silla de niños debe estar lo más perfecta posible, pero es tranquilizador pensar que se han contemplado en el diseño de estos dispositivos destinados a salvar vidas, condiciones más adversas en las que el dispositivo continúa haciendo su función.
Gracias a pioneros como el coronel Stapp y el ingeniero Murphy muchos de los productos que tenemos hoy en día han sido diseñados aplicando las teorías del diseño defensivo, y, por lo tanto, la ley de Murphy.