Infoxicación: ¿qué riesgos tiene en la salud?
El exceso de información puede provocar alteraciones de comportamiento que repercuten en el estado de salud
Seguro y Previsión Social
El profesor de psicología en la Universidad Northwestern Paul Reber respondió a la pregunta planteada por Scientific American: ¿cuál es la máxima capacidad de memoria del cerebro humano?, y su respuesta fue:
El cerebro humano está formado por unos mil millones de neuronas, cada neurona forma alrededor de 1.000 conexiones con otras neuronas, que ascienden a más de un billón de conexiones. Si cada neurona sólo puede ayudar a almacenar un solo recuerdo, la falta de espacio sería un problema… podríamos tener sólo unos cuantos gigabytes de espacio de almacenamiento, similar al espacio en un iPod o una unidad flash USB.
Sin embargo, las neuronas se combinan para que cada una pueda procesar muchos recuerdos a la vez, aumentando de manera exponencial la capacidad de memorizar del cerebro, pudiendo llegar a almacenar una cifra cercana a 2,5 petabytes (o un millón de gigabytes)… Como ejemplo físico de nuestra alta capacidad de almacenamiento, si nuestro cerebro funcionara como un grabador de vídeo, 2,5 petabytes serían suficientes para grabar o visualizar tres millones de horas de programas de televisión… o lo que es lo mismo, podríamos dejar nuestro televisor (o cerebro) en funcionamiento continuo durante más de 300 años para agotar toda su capacidad de almacenamiento.
¿Qué puede ocasionar el exceso de información almacenada en nuestro cerebro?
En un principio nuestro cerebro está preparado para ello, pero actualmente en el mundo nos encontramos con tal cantidad de información que estamos realmente infoxicados, como ya quedó reflejado en el post ¿Cuánta información se genera y almacena en el mundo?,
y esto puede provocar en ocasiones algunas alteraciones de comportamiento que repercuten en el estado de salud, debido a la falta de capacidad de procesamiento de esa ingente cantidad de datos.
La infoxicación a la que estamos expuestos en el día a día, tanto en lo privado como en lo profesional, por los flujos de información que debemos manejar (correo electrónico, móvil, libros, periódicos, televisión, internet…) provocan que podamos sufrir el denominado Síndrome de fatiga informativa o Síndrome de fatiga por exceso de información.
El estudio Dying for information lanzado por Reuters en octubre de 1996 se llevó a cabo principalmente para el mundo empresarial, y sentenció: “Knowledge is power, but information is not” y afirmaba ya en ese lejano año que la exposición a un exceso de información disminuye la capacidad para resolver problemas y causa síntomas como pérdida de atención, de memoria, y estados de ansiedad. Genera angustia porque hay tanta información que no se puede asimilar, y de esta manera el exceso de información incapacita para tomar decisiones sensatas, y entonces provoca un aumento del estrés.
La infoxicación conlleva también problemas de productividad ya que utilizamos gran parte de la jornada laboral, y después de ella, buscando, recopilando, catalogando, filtrando o asumiendo información que, en su mayor parte no utilizaremos o no nos será de ninguna utilidad, lo que supone un derroche de esfuerzo, tiempo y energía, y a su vez, un aumento de la ansiedad y la frustración.
Lo que tenemos claro es que hay demasiada información, hay demasiado “ruido” y por contra hay muy poca información relevante, lo que aumenta el riesgo de padecer el Síndrome de fatiga informativa.
Los síntomas más habituales de esta dolencia son:
- Búsqueda constante de más información.
- Incapacidad para tomar decisiones.
- Dificultad para concentrarse.
- Fallos en la memoria.
- Ansiedad.
- Estrés.
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