Impresionismo y postimpresionismo: Historia y características de estos movimientos artísticos
Arte
¿Qué es el Impresionismo?
Este movimiento artístico surgió en Francia a finales del siglo XIX. Pero ¿qué es el Impresionismo? Los pintores impresionistas buscaban capturar las impresiones visuales de la luz en los objetos, rechazando temas académicos y técnicas de dibujo clásicas. Así, priorizaron la luz y el color sobre las formas y detalles realistas, rompiendo con el academicismo tradicional. En sus cuadros impresionistas, pintaban al aire libre escenas cotidianas y paisajes con pinceladas sueltas y espontáneas que creaban manchas de color que tomaban forma al observarlas a cierta distancia.
Origen del Impresionismo
En la segunda mitad del siglo XIX, el arte oficial en Francia seguía las estrictas reglas de la academia. Los pintores impresionistas, rechazados por esta institución, se dieron a conocer en el “Salón de los Rechazados”. En 1874, realizaron la primera exposición de cuadros impresionistas en la galería Nadar, en la que pintores como Monet, Degas, Renoir y Pissarro presentaron sus obras, generando un gran escándalo e iniciando un movimiento que revolucionó la pintura.
Características del Impresionismo
El arte impresionista se distingue por utilizar colores puros sin mezclarlos, mostrar las pinceladas y dar un protagonismo destacado a la luz y el color. Te contamos las principales características del Impresionismo:
- Aplicación directa de colores puros en pequeñas pinceladas.
- Evitar el claroscuro, sugiriendo formas y distancias con cambios de color y tono.
- Pintura al aire libre en contacto con la naturaleza y la luz natural.
- Captura de impresiones visuales del momento.
Contexto histórico y social del Impresionismo
El Impresionismo surgió como una evolución del Realismo y de la Escuela paisajística francesa de finales del siglo XIX, reflejando cambios sociales y filosóficos como el auge de la burguesía y el positivismo. Este nuevo estilo artístico retrató tanto el ocio campestre de la burguesía como la vida urbana. Los artistas del Impresionismo abandonaron los temas grandiosos del pasado, influenciados por la objetividad científica del positivismo.
El contexto histórico y social del Impresionismo estuvo influido por guerras como la Franco-Prusiana y la Primera Guerra Mundial, y movimientos de independencia de las colonias francesas.
La aparición de la fotografía también influyó en el arte impresionista, desarrollando la idea de que lo que determina la visión es el color y no el dibujo. Además, el uso del óleo en tubo, que se generalizó a mediados del XIX, permitió que los pintores impresionistas no tuvieran que elaborar los pigmentos en el taller y pudieran salir a pintar al aire libre. Esto permitió a estos artistas enfrentarse a una nueva realidad llena de luz que pudieron plasmar en sus cuadros impresionistas.
Artistas del Impresionismo: Principales exponentes
Te presentamos a continuación a los principales pintores impresionistas:
Claude Monet
Claude Monet (1840-1926), pintor impresionista por excelencia, creó más de 2.500 obras. Interesado sobre todo por el paisaje y la incidencia de la luz a diferentes horas, estudió los efectos de la luz cambiante sobre un mismo objeto, experimentos indispensables para entender la génesis del arte moderno. Su cuadro Impresión. Sol naciente dio pie a la denominación de “impresionistas” para todo el grupo de artistas que decidieron romper con lo académico.
Pierre Auguste Renoir
Renoir (1841–1919) nos ofrece una interpretación más sensual del Impresionismo, más inclinada a la belleza. En su también prolífica obra muestra la alegría de vivir con personajes que se divierten en entornos agradables. En la segunda parte de su trayectoria, después de un viaje a Italia, se obsesionó por el dibujo abandonando parcialmente el Impresionismo.
Edouard Manet
Pese a estar ligado al movimiento, Manet (1832-1883) no fue simplemente un pintor impresionista, aunque sin él no habría arte impresionista. Más que un impresionista es un precursor, un símbolo del antiacademicismo. Su fama se debió más a los temas de sus cuadros, considerados escandalosos, que a la novedad de su estilo.
Edgar Degas
Degas (1834 – 1917) fue un artista con un estilo único, especialista en captar el movimiento del cuerpo, hasta un punto casi obsesivo. Más de la mitad de sus obras están ambientadas en el ballet.
Paul Cézanne
El pintor francés Cézanne (1839-1906) está considerado como uno de los padres del arte impresionista, aunque pronto su actitud y su pintura transcurrieron de forma diferente. Sus obras, apreciadas de forma póstuma, exhiben formas y colores impensables para su tiempo. Los cuadros de Cézanne son considerados como iniciadores del arte pictórico moderno.
Berthe Marisot
El arte femenino también tuvo una significativa presencia dentro del movimiento impresionista. Entre todas las pintoras impresionistas francesas, destaca Berthe Marisot (1841–1895), quién se especializó en la producción de obra de pequeña escala en lienzos sin imprimar, lo que otorgaba a sus piezas una apariencia inacabada.
Cuadros famosos del Impresionismo
Muchos cuadros de los pintores impresionistas han alcanzado fama mundial. Entre los más famosos, destacamos:
Almuerzo en la hierba de Edouard Monet. Pintada en 1863, esta obra es considerada como precursora del arte impresionista. Tanto la aparición de un desnudo femenino entre caballeras como la modernidad del estilo generaron un escándalo cuando se mostró por vez primera en el Salon des Refusés en 1863, después de ser rechazado por el Salón Oficial.
La obra Impresión, sol naciente de Claude Monet, realizada en 1872, es considerada la piedra angular del movimiento impresionista y, de hecho, dio nombre al movimiento. En esta pieza Monet pintó el amanecer sobre el puerto de Le Havre utilizando pinceladas sueltas para representar los reflejos del sol en el agua.
En Baile en el Moulin de la Galette de Pierre Auguste Renoir, de 1876, el pintor impresionista representa una escena de divertimento en el Moulin de la Galette, un merendero en Montmartre, París. Muchas de las personas que salen en el cuadro eran conocidas del pintor. La multitud, retratada con pinceladas sueltas y luminosas, se mueve en un juego de luces que refleja toda la animación y alegría de la escena.
El cuadro Terrasse à Sainte-Adresse, realizado en 1867, es una de las obras más importantes de Claude Monet. Perteneciente a la etapa temprana del artista, la obra ya refleja el interés del artista por la luz y el paisaje.
La clase de danza, cuadro pintado por Degás en 1874, es una de pinturas más elaboradas que realizó el artista. Se trata de una escena imaginaria, en la sala de ensayo de la ópera de París. Muestra a unas niñas estudiantes de ballet acompañadas por sus madres el día de examen.
La Cuna, una obra realizada en 1872 por Berthe Morisot, estuvo expuesto en la primera exposición impresionista en 1874 y representa el tema de la maternidad desde un punto de vista cotidiano.
Otras obras destacadas del Impresionismo
La lista de cuadros impresionistas famosos es muy larga. Muchos de las obras de los pintores del Impresionismo han pasado a formar parte de la historia del arte. Entre ellos destacamos El pífano de Edouard Manet, la obra Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia que Camille Pissarro pintó desde la ventana de su habitación en París, o Calle de París, tiempo lluvioso de Gustave Caillebotte. Y no podemos dejar de nombrar al pintor franco británico Alfred Sisley. Su obra Inundación en Port-Marly, realizada en 1876, es un claro ejemplo de porqué este artista es considerado, junto a Monet, uno de los impresionistas más puros.
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Historia del Impresionismo en España
Aunque el Impresionismo francés influyó significativamente en los artistas españoles, en nuestro país este movimiento tuvo características propias que lo adaptaron a su realidad y sensibilidad artística.
A partir de la década de 1880, muchos artistas españoles comenzaron a adoptar las técnicas impresionistas y explorar temas propios del movimiento. No obstante, el Impresionismo en España no fue tan homogéneo como en Francia, desarrollándose diversos enfoques y estilos dentro del movimiento.
Desarrollo del Impresionismo en España
El Impresionismo llegó a España tarde. Las conexiones con la cultura exterior eran escasas y se reducían a una élite. Francia fue la gran referencia en la pintura y Carlos de Haes una influencia decisiva. Haes fue un pintor belga afincado en España, que se dedicó a enseñar pintura de paisaje en la Escuela de San Fernando, promoviendo la reproducción fiel de la naturaleza siguiendo la tradición de la escuela francesa Barbizón cuyos paisajistas fueron los primeros en salir a pintar a plein air (al aire libre).
Durante la segunda mitad del siglo XIX, alumnos suyos como Beruete o Regoyos, adoptaron la técnica impresionista.
Además, muchos de los pintores españoles fueron a estudiar a París y/o a Bruselas, donde entraron en contacto directo con la pintura al aire libre. Es el caso de Adolfo Guiard, Darío de Regoyos, Ramón Casas o Santiago Rusiñol.
Artistas impresionistas españoles
Darío de Regoyos (1857-1913) fue un pintor impresionista español que, a diferencia de sus contemporáneos, viajó por Europa y se relacionó con otros artistas impresionistas como Camille Pissarro, adoptando un estilo más europeo. Su obra, caracterizada por pequeñas pinceladas, estuvo influenciada por Monet y Sisley. Pintó paisajes de su Asturias natal con un distintivo tratamiento del color.
Aureliano de Beruete (1845-1912), nacido en Madrid, fue pintor, intelectual y político. Se doctoró en Derecho y estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde fue influenciado por Carlos de Haes. Amigo de Regoyos, Casas y Sorolla, la obra de Beruete evolucionó del Realismo al Impresionismo y luego al Modernismo, con un enfoque en la luz y pinceladas sueltas, destacándose como el único impresionista español puro.
Joaquín Sorolla (1863-1923) es uno de los artistas españoles más destacados asociados con el Impresionismo, aunque para muchos su obra no puede clasificarse como impresionista, sino postimpresionista. El pintor valenciano destacó por sus pinturas realizadas al aire libre, que capturaban la luz y el color con pinceladas rápidas y sueltas.
Postimpresionismo: características y artistas
El Postimpresionismo es un movimiento artístico que surgió en Francia entre 1880 y 1905 como una reacción al Impresionismo. Aunque los artistas postimpresionistas compartían alguna relación con el Impresionismo, buscaban superar sus limitaciones. Mientras el Impresionismo se centraba en la captura de la luz natural y la disolución de las formas, el Postimpresionismo recuperó la importancia del dibujo y la expresividad.
Este movimiento, al innovar en la pintura, sentó las bases para futuros movimientos artísticos del siglo XX, como el Fauvismo, Cubismo, Surrealismo y Expresionismo.
Hubo una gran influencia de los artistas impresionistas y postimpresionistas en el nacimiento del arte moderno.
Características del Postimpresionismo
- Enfoque en la forma y expresividad: énfasis en el dibujo y la representación emotiva de objetos y figuras.
- Equilibrio entre volumen y estética: integración del efecto volumétrico con una apreciación estética.
- Uso de formas geométricas: composición del cuadro mediante cuerpos geométricos.
- Colores contrastantes: Aplicación de colores para definir y distender planos y formas.
- Exploración pictórica: Búsqueda en estructuras, espacio y color.
- Expresión emocional: Pinceladas que buscan transmitir angustia y desconsuelo.
- Interés por lo exótico y los bajos fondos: Inspiración en temas exóticos y marginales.
- Composiciones simplificadas: Creación de formas armoniosas y estáticas con perfiles definidos.
Principales artistas postimpresionistas
Muchos artistas postimpresionistas iniciaron sus carreras como pintores impresionistas, pero incorporaron técnicas y características de otros estilos, redefiniendo y desarrollando patrones distintos a los del Impresionismo original.
Vincent Van Gogh
El pintor holandés Vincent Van Gogh (1853-1890) es el arquetipo del artista torturado e incomprendido. A lo largo de su vida solo vendió uno de sus cientos de cuadros, que hoy en día alcanzan precios astronómicos en subastas. Aunque su obra fue influida por el colorido vibrante de los impresionistas, se distingue por la expresión de su carácter atormentado, afectado por una grave enfermedad mental.
Paul Gauguin
Paul Gauguin (1848-1903), inicialmente formado como impresionista, se trasladó a Bretaña y luego a Tahití. Su arte, caracterizado por composiciones sencillas y equilibradas, capturó principalmente a personajes bretones y tahitianos, reflejando un estilo ordenado y reflexivo.
Auguste Rodin
La escultura postimpresionista fue en gran parte influenciada por Auguste Rodin, el escultor más famoso de Francia y contemporáneo del Impresionismo, considerado “el padre de la escultura moderna”. En el ámbito de la escultura es de justicia mencionar también a Camille Claudel, una artista destacada de la época cuya obra, en aquel momento, fue eclipsada por el genio de su pareja, Rodin.
Henry de Toulouse-Lautrec
Henry de Toulouse-Lautrec (1864-1901) fue pintor, dibujante y cartelista, y una de las figuras más originales del arte del siglo XIX. La influencia impresionista en su obra se manifiesta en el uso de colores vivos, en los temas y en las composiciones. Su condición de aristócrata bohemio le permitió captar magistralmente los lugares de diversión nocturna.
Diferencias entre Impresionismo y Postimpresionismo
Entre 1870 y 1880 el Impresionismo dominaba en Francia, pero algunos artistas no estaban satisfechos con su enfoque en la luz en lugar de la temática. Para revolucionar el arte contemporáneo, artistas como Paul Cézanne, Paul Gauguin, Vincent van Gogh, Georges Seurat, Henri Toulouse-Lautrec y Henri Rousseau formaron el grupo de los postimpresionistas. Estos artistas, partiendo del Impresionismo, buscaron recuperar la importancia del dibujo y explorar la expresividad.
Evolución del Impresionismo al Postimpresionismo
El Impresionismo, al enfocarse en la captura de la luz natural, había reducido la claridad de las formas y el sentido del espacio en sus obras. A finales del siglo XIX y principios del XX, surgieron pintores postimpresionistas que, partiendo del Impresionismo, desarrollaron un estilo personal que prefiguró importantes movimientos artísticos del siglo XX. El Postimpresionismo recuperó la importancia del dibujo y buscó no solo captar la luz, sino también expresar la emocionalidad de los sujetos.
Comparación de estilos y técnicas
Aunque parten de una base común, existen diferencias entre el Impresionismo y el Post Impresionismo. Te detallamos las más importantes:
- Luz. El Impresionismo se enfoca en el uso de la luz, mientras que el Postimpresionismo no solo emplea la luz, sino que también incorpora emociones.
- Visión. En el Impresionismo la obra tiene un carácter objetivo. En el Postimpresionismo surge una representación subjetiva de la realidad.
- Temas. Mientras que el Impresionismo se centra en temas de la naturaleza, el Postimpresionismo aborda temas de la vida cotidiana.
- Sentido. El Impresionismo busca una pintura directa y espontánea y el Postimpresionismo transforma sentimientos en símbolos a través de la forma y el color.
- Color. En el Impresionismo, la mezcla de colores ocurre en el ojo del espectador. El Postimpresionismo utiliza técnicas mixtas como el puntillismo, donde el color simboliza ideas.
Mecenazgo en el Impresionismo
A finales del siglo XIX, el mecenazgo evolucionó de una relación de dominio a una participación más cercana en la vida de los artistas: los mecenas comenzaron a involucrarse de manera más personal en ella. Conocían su obra, visitaban sus estudios y les ayudaban en sus negocios. Un buen ejemplo es la relación entre Paul Durand-Ruel y los pintores impresionistas. El apoyo de este mecenas y marchante fue clave para que el Impresionismo se desarrollara y se hiciera conocido. A falta de apoyo del público burgués, el movimiento encontró un respaldo importante en las colecciones privadas y el mecenazgo de grandes empresarios con posición social y económica.