Si la vida te pone a prueba…

No es fácil mantener siempre un ánimo positivo, y menos cuando la vida nos muestra su cara menos amable. Pero está demostrado que las personas que no pierden su capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas son más capaces de tolerar mejor la adversidad. Para superar los momentos difíciles hay que cuidarse, no ser muy exigentes con nosotros mismos, respetar y entender nuestras emociones, y dejarse ayudar. Parece una tarea difícil, pero con estos sencillos consejos podrás conseguirlo.

No seas muy exigente contigo mismo. Muchas personas siguen manteniendo los mismos estándares y exigencias en épocas de bonanza que en épocas de adversidad. Y una exigencia excesiva multiplica el desgaste innecesariamente.

Valora tus esfuerzos. Cuanto mejor estés contigo mismo, más fácil será superar situaciones difíciles. Presta atención a tus necesidades. Y párate, analiza y deja salir algo de orgullo sano: tus sacrificios son valiosos y tus esfuerzos merecen mucho la pena.

No expresar los sentimientos genera estrés y multiplica la ansiedad y las somatizaciones. Dedica tiempo a entender tus sentimientos. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

Intenta no dejarte llevar por la negatividad, valora realmente si la situación es tan catastrófica. Busca un método que te permita relativizar, verás como las adversidades pierden intensidad.

Es esencial saber pedir ayuda, y no caer en dinámicas de aislamiento o de hermetismo. Hablar con alguien cercano nos permite escucharnos a nosotros mismos, ver las cosas con más distancia, comprender mejor nuestros sentimientos y, sobre todo, sentirnos acompañados.