¿Cuál es la mejor forma de evitar las temidas lesiones de cuello de niños en coche?
Los cuellos de los niños no son lo suficientemente fuertes para soportar la carga de esfuerzo que se origina en el caso de las colisiones, especialmente las frontales. De hecho, las lesiones de cuello son las que más se producen en niños menores de 2 años involucrados en accidentes de tráfico, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Abordamos las diferentes formas de protección del cuello para los más pequeños.
Las lesiones más frecuentes en niños de hasta 2 años en accidentes de tráfico son de cuello, generadas por el tamaño y peso de la cabeza y la fragilidad de la columna vertebral, según información de la DGT. Entre 2 y 4 años es de cabeza, debido a que las vértebras no son suficientemente fuertes para soportar las desaceleraciones bruscas, mientras que de 4 a 10 años las lesiones más frecuentes son de abdomen, por el mayor riesgo de sufrir hemorragias internas o lesión abdominal, ya que los órganos no están suficientemente fijados a su estructura abdominal.
Mirando hacia atrás, la forma más eficaz
Muchos son los estudios y los crash test que demuestran que la forma más eficaz para proteger a los niños pequeños de las lesiones de cuello es colocarles mirando hacia atrás.
En caso de impacto, sobre todo los frontales, el cuello del niño debe soportar una fuerza superior a la que es capaz de aguantar. En el caso de un sistema de retención infantil orientado hacia atrás, la espalda del niño en contacto con la sillita absorbería la mayor parte de la fuerza del impacto. Podemos ver en numerosos crash test como en estos casos la cabeza no se desplaza hacia delante de la misma forma ni el cuello se estira igual.
En este vídeo podemos observar la diferencia:
Según la ANEC, asociación dedicada a representar a los consumidores europeos en los procesos de elaboración de estándares técnicos, ‘se ha constatado que algunos niños sentados en sillitas mirando hacia adelante han sufrido lesiones en la cabeza, el cuello, el pecho o el abdomen en circunstancias en las que los asientos que miran hacia atrás habrían proporcionado una protección mucho mayor’.
Por otro lado, desde Euro NCAP también promueven el transporte de niños pequeños en asientos orientados hacia atrás y comprueban si los vehículos permiten la instalación de dichos asientos.
Recordamos que deben viajar mirando hacia atrás hasta los 15 meses de edad y es recomendable hasta los 4 años. Se aconseja hacerlo así el mayor tiempo posible.
En caso de tener que ir inevitablemente en la parte delantera (como excepción a la norma), siempre se debe desactivar el airbag del copiloto.
Protección del cuello en sillitas mirando hacia delante
Una vez que el niño puede ir en sistemas de retención infantil mirando hacia delante, es importante elegir sillitas apropiadas al peso y altura del menor y que cuenten con un reposacabezas. En muchas ocasiones son regulables en altura, lo idóneo para poder ajustar correctamente el SRI a la estatura del niño. El reposacabezas le aporta confort y protección ante cualquier tipo de impacto.
Es importante que la cabeza no sobresalga nunca por encima del reposacabezas.
En el mercado se ofrecen otros productos que refuerzan la protección que ofrecen las sillitas como pueden ser almohadas reposacabezas en forma de ‘U’ o almohadas cervicales.
Protección del cuello en alzadores y con cinturón de seguridad
El alzador está destinado a aquellos niños que no superan los 135 cm de estatura y, por tanto, no pueden llevar el cinturón de seguridad de las plazas traseras bien ajustado.
Pueden ser cojines alzadores con respaldo o sin respaldo. Estos últimos forman el Grupo 3 y están pensados para niños más mayores, normalmente entre los 6 y 11 años y entre 22 y 36 kg de peso.
Tal y como recoge la infografía ‘La correcta sujeción del niño en un alzador’ (284 KB), es importante colocar al niño en el alzador y que la parte superior de la cabeza y del reposacabezas queden a la misma altura. Al igual que con el resto de pasajeros más adultos, en este caso el reposacabezas empieza a hacer su función principal, que es ofrecer la mayor protección a los pasajeros en cuello y cabeza, por lo que deberá estar bien colocado en altura.
Esto mismo ocurre cuando se deje de utilizar el alzador y se comienza a utilizar únicamente el cinturón de seguridad.